La verdad detras de sus ojos

Prologo

¡Hola queridos lectores!

Es un honor para mí poder dirigirme a ustedes y compartirles mi gratitud por tomar el tiempo de sumergirse en las páginas de este libro. Ya sea que lo hayan elegido por curiosidad, necesidad o simplemente por placer, espero que encuentren en él una fuente de aprendizaje, reflexión y entretenimiento.

Cada vez que abrimos un libro, abrimos también una puerta hacia un mundo nuevo, lleno de posibilidades y aventuras. Los libros son como puentes que conectan nuestras mentes con ideas, emociones y puntos de vista que de otra manera podríamos nunca experimentar. Y este libro en particular tiene algo especial que ofrecer, algo que solo ustedes pueden descubrir a medida que avancen en su lectura.

Así que los invito a disfrutar de esta experiencia al máximo, a dejarse llevar por las palabras que encontrarán en estas páginas, a sumergirse en los personajes, las tramas y los mensajes que se desprenden de cada capítulo. Y cuando lleguen a la última página, espero que se sientan inspirados, enriquecidos y motivados a seguir explorando el mundo a través de la lectura.

Gracias por ser parte de este viaje junto conmigo. ¡Disfruten del libro!

La verdad detrás de sus ojos.

Prólogo.

Desde que era niño, mi abuelo me enseñó que la vida es un constante flujo de cambios y que todo lo que tiene forma puede transformarse en algo diferente. Sin embargo, también me dijo que no todos los cambios son positivos y que, en ocasiones, es necesario aceptar las cosas tal y como son para valorar su verdadero significado. Me enseñó que es importante ser consciente de que los cambios pueden llevarnos a la felicidad o a la tristeza, pero que siempre es posible volver a encontrar la esencia hermosa de lo que una vez tuvimos, aunque esto signifique enfrentar momentos difíciles o superar complicados obstaculos. Por eso, siempre he tratado de recordar las palabras de mi abuelo y de tener la mente abierta ante los cambios que la vida me presenta, sabiendo que siempre hay una oportunidad de recuperar lo que alguna vez tuvimos, incluso si ha sido destruido o deteriorado.

El día que la conocí, no creí que mi vida cambiaria de esa manera, tampoco sabía que el destino jugaría con nosotros, dejándonos así de rotos, solo sabía algo de aquel destino, que eras tú, solamente eras tú y nadie más que podía hacer que mi vida sea un desorden, jamás creí que conocería un desastre tan perfectamente perfecto con esa hermosa mirada llena de caos. Estaba jodido, realmente jodido pero aun así te entregaría hasta el último pedazo de mi corazón el cual estaba realmente roto con tal de sanar las profundas cicatrices de tu alma.