Es increíble, ¿verdad? Cómo el pequeño aleteo de una mariposa puede llegar a cambiar tantas cosas. En un minuto, un segundo o incluso en una milésima de segundo, todo puede volverse diferente y dar un vuelco a tu mundo. Y ahí estamos, desperdiciando nuestro tiempo en pequeñas cosas insignificantes, dejando pasar uno tras otro aleteo sin siquiera darnos cuenta.
A veces, queremos ser como orugas que se encierran en su caparazón para convertirse en perfectas mariposas, sin saber que una vez que las miras de cerca, siguen pareciéndose a aquellas feas orugas que una vez fueron. Solo cambiaron su caparazón, pero no lo que eran dentro. Desperdician su tiempo tratando de verse hermosas y, a menudo, solo viven un día sin disfrutar realmente de la vida.
Por eso, prefiero ser una fea oruga que se arrastra, a ser una linda mariposa que vuela mintiéndole a su realidad. A veces, son esas pequeñas cosas que hacemos las que nos hacen cambiar cuando pensamos que no avanzamos. Así que, tómate un momento para pensar y reflexionar, y verás que siendo una oruga, avanzaste más que cuando intentabas volar.
Recuerda que la verdadera belleza está en lo que somos adentro y en cómo vivimos nuestra vida. No te apresures en querer cambiar de apariencia, estatus o posición en la vida, sin antes valorar lo que eres y lo que has logrado. Cada paso que des en tu camino es importante, así que disfruta de cada etapa de tu vida, como si fuera una hermosa metamorfosis que te lleva a ser la mejor versión de ti mismo.
Comencé a ver lentamente, mientras los rayos del sol me iluminaban, acortando un poco mi visión, cuando de repente lo vi: aquellos enormes y vacíos ojos marrones que se clavaban en mí como si fuera una presa.—¿Cómo puedes mirar de esa manera tan vacía, como si no procesaras nada pero diciéndolo todo? —sonreí suavemente ante aquella pequeña mueca de sus labios que mostraba sus blancos y casi perfectos dientes.
—Trescientos sesenta y cinco días, seis horas, nueve minutos y cuatro segundos. —No entendí de lo que hablaba, así que se lo pregunté.
—¿Qué dices? ¿Qué es eso? —Estaba bastante confundida y la profundidad de su mirada comenzaba a ponerme nerviosa ante el hecho de no saber lo que iba a decir. Se mantuvo en silencio por unos segundos que se me hacían eternos.
—Eso es lo que tarda el mundo en darle una vuelta al sol. —Seguía sin comprender a qué se refería.
—¿Y eso qué tiene que ver con nosotros dos? —Mantenía mi curiosidad ante lo que iba a decir. —Todo, porque tú con una sonrisa logras detenerlo, detienes mi mundo. —Sus palabras me hicieron sonreír como una idiota. Solo con dos pequeñas palabras, Eli había logrado hacer saltar mis emociones. —Cada vez que me hablas, este se niega a girar sobre su órbita una vez más. Es increíble, ¿verdad? Incluso la Tierra se frena a vernos. —Me sentía estúpida al no poder contestarle nada.
—Te encanta dejarme sin palabras, ¿verdad? —respondí rendida.
—Incluso la Tierra teme vernos rompernos, así como nosotros hacemos con ella. Sabe lo que es el dolor, lo entiende demasiado. Quizá por eso no quiere que nos duela. Sería hermoso quedarnos detenidos así por un rato más, dejando girar todo lo bueno y sin arrastrar lo malo, dejándolo ir, escapando de eso que nos contamina e intoxica de la peor forma. Creo que de esa manera le estaríamos haciendo bien al mundo. Así que quedémonos así por un rato más. —Eli se recostó sobre mi pecho, dejándose llevar. Estoy segura de que podía sentirlo. Sentía como mi corazón latía completamente acelerado, bombeando sangre de más, ya que Eli era aquella relajación que sentía mi corazón luego de estar lleno de dolor.
—Gracias por quedarte a mi lado, más allá de ser un verdadero desastre. —Bese su frente suavemente.
—No eres un desastre. Cada pequeña cosa que haces es lo que me recuerda por qué me enamoré de ti. —Eli alzó su mirada haciéndola chocar con la mía. —Tengo una boca que necesita de tus besos. —Mordí mis labios suavemente. Estaba jodidamente perdida. Sabía que no había vuelta atrás. Me sentía completamente de él.
ESTÁS LEYENDO
La verdad detras de sus ojos
Fiksi RemajaEspero que les guste y disfruten de esta historia, la cual escribí para tres personas importantes en mi vida. Mi primer amor, quien me hizo comprender que más allá de la distancia, se podía amar de la manera más hermosa posible. A ella, van dedicada...