ESPAÑA, OCTUBRE DEL 2011
Oficialmente llevábamos una semana saliendo. Si las clases empezaron la segunda semana de septiembre y me pidió salir en concreto el uno de octubre ya que la gala era ese fin de semana pues... sí, una semana ha pasado.
Estaba claro que mis padres no sabían nada y sería mejor así. Leo y yo seguíamos con nuestra rutina, me acompañaba cada mediodía y normalmente venía él a mi casa ya que mi idea era no gastar tanto dinero en taxis para ahorrar para el verano.
Bien sabía que después de aquella discusión con mi madre no me iban a soltar dinero tan fácilmente, así que ahorré dinero y no precisamente poco.
―Podríamos ir un sábado al cine ―decía Leo en el intercambio de clase―. Hace demasiado frío en la calle.
―Sí, la verdad que quería ir un día al Retiro, pero mejor lo dejamos para cuando empiece primavera y haga mejor tiempo.
Leo había empezado a relacionarse con más gente de clase, todo vino a que nos pusieron con dos chicos para hacer un trabajo. Rodrigo y Pablo, si no recordaba mal del curso pasado eran los deportistas de clase, quiero decir que son del equipo de fútbol.
―¡Hey Leo! ―Exclamaba uno de ellos, Rodrigo.
Rodrigo era el más extrovertido comparado con Pablo que tenía cara de pocos amigos, aunque bueno, Leo era más o menos de ese estilo. En alguna hora del patio Leo se había ido a jugar al fútbol con ellos mientras yo miraba sentada en la pared, no me molestaba, al contrario. Me enorgullecía de que él conociera gente.
Rodrigo era el más cercano a Leo, mucho más que Pablo. Por ponerle un nombre sería su mejor amigo, vaya.
―¿Cómo va, Rodrigo? ―Decía Leo dándole un apretón de manos.
―Veníamos a ofrecerte ir a ver una película en el cine Callao, este sábado y luego cenar por ahí ―decía Rodrigo.
Leo me miró para preguntarme, ese día habíamos quedado, pero a mí no me molestaba. Había que aprovechar el tiempo, pero por un día no iba a morirse nadie.
―¿Puede venir Alicia? ―Preguntaba Leo.
―Claro, pero vamos a ver Thor ―dijo Pablo mirándome de arriba abajo.
―¿Qué quiere decir eso? ―Dije cruzándome de brazos.
―¿Te van ese tipo de películas? ―Decía Pablo alzando una ceja.
―El mundo Marvel no es solo para chicos ―contesté con simpleza―. Creo que hasta ahí llegan todos excepto tú.
Escuché una carcajada de Leo detrás de mí, aunque estábamos girados uno frente al otro, su pupitre estaba detrás. Rodrigo se sumó a reírse, aunque hay que admitir que Pablo gracia, lo que es gracia no le hizo.
―Iré entonces ―volví a hablar.
―De acuerdo tío, nos vemos mañana. Quedamos en la plaza Callao a las seis y media ―decía Rodrigo.
Se volvieron a dar la mano, Rodrigo se despidió de mí y se fueron a sentar a sus sillas.
―Sabes callar bocas ―reía Leo.
―La gente en sí da rabia ―bufé.
―Pablo es un tanto gilipollas ―se encogió de hombros―. Por eso no intervine, ya puedes tú con este tipo de gente.
―Oh eso no lo dudes ―esta vez reía yo.
***
Les había dicho a mis padres que iría al cine y después a cenar fuera con gente de clase, me dijeron que no llegara tarde. En unos aspectos eran muy estrictos al punto que me hacían llorar sin cesar y en otros eran tan libres como el alma.
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A TRAVÉS DEL TIEMPO
Novela JuvenilAlicia es una chica a la que le hace justicia el nombre. Siempre luchando contra el tiempo, como si tuviera un conejo blanco que le gritara a todas horas: "No hay tiempo, no hay tiempo Alicia". Encerrada en una jaula de la que debe aprender a salir...