ITALIA, MARZO DEL 2024
Aquella mañana tuve que madrugar, bueno, me levanté a las siete de la mañana. Leo no había venido a casa ayer por la noche por lo que dormí sola, tenía que grabar dos colaboraciones totalmente opuestas. De libros y pintalabios, sí, porque así era yo.
Cuando ya había duchado para despejarme porque seguía dormida, me puse un poco de rímel y solo me cambié la camiseta del pijama ya que era lo que se veía. No quise dar mi dirección así que María se ofreció a recibir cualquier paquete a mi nombre, los fui a buscar antes de que viniera mi madre y no había tenido momento de grabarlo.
Así que a las nueve de la mañana tenía todo el comedor lleno de cosas, una libreta con lo que debía decir y a quién mencionar. La luz era natural y Greta decidió regalarme un trípode para poner el móvil, así que lo coloqué ahí y empecé a grabarme.
Fue una mañana ajetreada porque con los libros no fue mucho rato y las fotos ya me la había hecho Leo cuando recogimos el paquete. Solo tenía que elegir cual era mejor, ver el vídeo y que no fallara la calidad... Eran cosas que antes en mis redes sociales no lo tenía en cuenta y aunque siga en la misma línea de la naturalidad cuando me comprometo a colaborar con algo quiero dar el cien por cien.
Empecé a recoger todo, estaba claro que no iba a usar tantos pintalabios. Me habían mandado una buena colección, pero me quedaría los que me gustan y el resto pues sorpresa para el resto.
Los libros eran preciosos, así que los coloqué en la estantería de mi habitación. Tiré toda la mierda que tenía esparcida por la mesa, me puse de nuevo la camiseta del pijama... Y entonces se me encendió la bombilla, aquella que aparece en tu cabeza cuando se te viene una idea genial en la mente.
Ya hacía un tiempo que el tema de las redes sociales me daba dinero, incluso aunque Leo me mencionara en alguna historia y le llovieran algún seguidor o mensaje no era nada exagerado. La gente rumoreaba si podíamos estar juntos, pero claro, no había nada oficial.
Ese era el problema, no había nada oficial. Debía haberlo porque yo lo sentía así y sé que Leo también. Formalizar la relación.
¿Cómo hago esto? Ni idea porque quiero que sea algo bonito y yo romántica no sé si lo soy. Cogí el teléfono e inmediatamente marqué el FaceTime de Julia.
―¿Alicia? ―Decía ella con voz medio dormida―. ¿Por qué me llamas a las...? ―Vi que miraba la hora―. ¿10:30?
―Porque tengo una emergencia y necesito tu ayuda, vaya embarazada más perezosa ―me burlé.
―Sí porque aquí el menda está ya más que despierto ―bufó.
―Voy a pedirle a Leo formalizar la relación ―solté.
―¡No me jodas!
―¡Sí! Pero quiero hacerlo bonito y...
―¡Rodrigo! ―Exclamaba Julia―. ¡Alicia va a formalizar la relación con Leo!
―Si sigues chillando así hasta él te va a escuchar ―reía mientras aparecía en pantalla.
―Qué despierto te veo ―le dije a Rodrigo.
―Pues lo mismo te digo señora de las redes sociales ―decía en tono burlón.
―Vayamos al caso ―decía Julia.
―¿Ahora sí? ―Dije alzando una ceja.
―No empiezas las llamadas como es debido ―se quejó ella.
―Bien, quisiera prepararle algo bonito ―dije pensativa―. Espero también quiera venir a vivir conmigo.
―No si eso ya lo parece ―comentaba Rodrigo con una sonrisa―. Pero claro, ¿se te encendió la bombilla mientras grababas vídeos de pintalabios?

ESTÁS LEYENDO
A TRAVÉS DEL TIEMPO
Teen FictionAlicia es una chica a la que le hace justicia el nombre. Siempre luchando contra el tiempo, como si tuviera un conejo blanco que le gritara a todas horas: "No hay tiempo, no hay tiempo Alicia". Encerrada en una jaula de la que debe aprender a salir...