ITALIA, NOVIEMBRE DEL 2023
LEO
Llegué a las tantas de la noche, cuando Alicia estaba quedándose dormida después de tanto trote todo el día. Con Greta tenía faena y ojo, la adoro, pero una vez entablas conversación con ella es como no despegarte y ahora sé por Alejandro que le paga para que esté ahí y también Greta me dijo en términos de que es un secreto de que ella le da algo más de dinero por ayudarle con las tareas.
Tuvo suerte de que siempre se dejaba comida hecha, era una manía ya en ella supongo. Salimos a su pequeño balcón trasero a hacernos un cigarro, que luego se convirtió en otro mientras hablábamos de qué me parece Italia que era una visión de alguien que vio muchos lugares y de qué le parecía a ella, que no había salido de Madrid.
Nos sentamos en el sofá y estuvimos escuchando música, la maravillosa APP de Spotify fue la que nos ayudó. Quizá no hubieran MP3, pero la música no cesaría, al principio cuando quería enseñarle una la cambiaba o ella decía que prefería otra que había visto ahí en la playlist.
Al principio vi cómo se le cerraban los ojos lentamente, teníamos puestos uno de mis airpods y lentamente su cabeza fue apoyándose en mi nombre. Sé que no lo hizo apropósito, que igual si estuviera algo más despierta se hubiera apartado de golpe... pero el cansancio le pudo.
No negaré que yo me quedé dormido con la cabeza apoyada en la de ella la cual tenía en mi hombro. Una imagen extraña cuanto menos. Cuando desperté y vi que eran ya las doce de la noche pensé en que realmente nos habíamos quedado totalmente sobados y si ese fuera el menor de mis problemas estaría bien, pero es que no avisé a Gio de que no iba a ir a casa y tenía diez llamadas suyas, tres de Alejandro y algún que otro mensaje de Gio.
Apagué los airpods que ya estaban al borde de necesitar ser cargados. Alicia estaba completamente dormida, su respiración era calmada y no como la del resto del día que la notabas nerviosa y agitada.
La cogí en volandas con delicadeza y me ubiqué como pude en esa casa, encontré su cuarto porque básicamente nadie más podría tener doblada la ropa encima del escritorio para luego guardarla en el armario. Diría que no fui tan cotilla porque llevaba como pude la linterna del móvil, pero lo fui.
Di gracias que Alicia ya estaba descalza y solo le quité el lazo de la cabeza con cuidado de no despertarla para que no se hiciera daño, le tapé con las sábanas de la cama que no hizo y ella misma acabó de acomodarse.
Eché un vistazo rápido con la linterna, apenas se había llevado nada de Madrid. No iba a abrir las puertas de los armarios, pero en la estantería había dos libros que reconocí muy bien, el de mujercitas y el cuento. Estaban puestos de forma que quedarán expuestos entre el resto de libros que tenían pinta de nuevos.
A parte de eso, tenía una foto con su padre el día que se graduó de bachillerato y otra el día que se graduó de la universidad. Dos miradas distintas e igual de dolorosas, en la primera era devastadora y por el año en el que sucedió puedo imaginarme el motivo y en la otra tenía la mirada perdida, como si ella lo estuviera.
El resto del cuarto sin más, la ropa estaba doblada ahí, pero lo único que vi fue algo rosa y el nombre de una cantante que reconocí al instante. No me hizo falta saber nada más, ella conservaba eso y la seguía usando.
Salí de ahí con cuidado de no despertarla, creo que me estaba pasando de cotilla, pero a mi favor he de decir que me podía más la curiosidad que otra cosa. Me puse los zapatos, me abrigué bien de nuevo y salí cerrando con máximo cuidado la puerta de la entrada.
Anduve a toda prisa por las pocas calles que distanciaban su casa de la mía, metí la llave intentando no hacer ruido, pero fue innecesario puesto que Alejandro estaba viendo algo en la televisión y Gio sentada en la cocina bebiéndose un vaso de zumo de manzana.
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A TRAVÉS DEL TIEMPO
Dla nastolatkówAlicia es una chica a la que le hace justicia el nombre. Siempre luchando contra el tiempo, como si tuviera un conejo blanco que le gritara a todas horas: "No hay tiempo, no hay tiempo Alicia". Encerrada en una jaula de la que debe aprender a salir...