SEPTIEMBRE DEL 2011
Durante toda la semana Leo me acompañaba a casa al mediodía, a veces íbamos en total silencio y otros días me traía su MP3 para ponerme su música. Le dije que a cambio tenía que ponerle yo la mía, así que nos repartimos los veinte minutos en diez cada uno. Al día siguiente en el patio compartíamos las opiniones acerca de la música del otro y aunque él era muy directo respecto a que no entendía cómo podía escuchar Justin Bieber yo no me cortaba ni un pelo tampoco.
Había pasado una semana, no hablábamos por mensaje ya que a él no le gustaba el modo "WhatsApp". Así que el fin de semana, me dijo por mensaje que le llamara ya que él tenía llamadas limitadas y yo ilimitadas, era un sábado a las nueve de la noche y mis padres estaban en una cena de empresa de la cual llegarían tarde.
―Alicia ―saludó él.
―Leo ―dije yo.
Era nuestro saludo, algo extraño y nada de dos besos en persona, nos dábamos la mano.
―¿Cómo va escuchando Simple Plan? ―Decía él al otro lado de la línea.
―Bueno tienen canciones tristes ―hice una mueca, aunque él no la veía.
―Hemos empezado por un grupo que podría gustarte, no te voy a decir que escuches Eminem de primeras ―escuché un bufido al otro lado.
―Sé que te gusta Avril Lavigne ―dictaminé―. No puedes negar lo evidente.
―Bueno, está bien.
―Orgulloso.
―Pesada.
―Or-gu-llo-so.
―Pe-sa-da.
―Bien, sabes deletrear ―me burlé.
―¿Te crees graciosa Alicia? ―Decía él con un deje de diversión en su tono de voz.
―Debería ir a hacerme la cena, no hay nadie ―suspiré.
―La pobre Alicia ha de ensuciarse las manos cocinando.
―No es la primera vez ―le recalqué―. Mis padres trabajan todo el día y hasta la noche no los veo, así que al mediodía cocino para mí sola.
―Pues es de noche.
―Están en una cena de negocios ―bufé.
―Ah claro, el buen vivir ―se burlaba.
―Me he de ir, sabes que existe WhatsApp.
―Sí, sí, pero escucha Simple Plan.
―Escucha tú Avril Lavigne.
―Buenas noches, Alicia.
―Buenas noches, Leo.
Y colgué. Fui a hacerme la cena y la opción rápida fue un bocadillo de hamburguesa con queso, estuve mirando las redes sociales (Tuenti e Instagram). Leo me había empezado a seguir en las dos, era curioso cuanto menos ya que apenas había nada suyo allí.
La semana siguiente era una nueva semana de clases, debía hablar seriamente con Leo acerca de ponernos con sus deberes ya que hoy empezarían a mandarlos. Esperé a que mi padre se fuera con el coche y cuando vi que se había alejado lo suficiente como para no verme ni por el retrovisor vi que Leo se acercó.
―¿Pasa algo? ―Dijo señalando con la cabeza la carretera.
―¿Eh? ―Dije algo despistada―. No, no todo bien.
―¿Por qué vigilabas que...?
―Leo.
Él tampoco contaba mucho de su vida, por no decir absolutamente nada ya que lo único que sabía era vivía con sus padres en Vallecas y que ellos trabajaban tantas horas al día que nunca se cruzaban.
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A TRAVÉS DEL TIEMPO
Genç KurguAlicia es una chica a la que le hace justicia el nombre. Siempre luchando contra el tiempo, como si tuviera un conejo blanco que le gritara a todas horas: "No hay tiempo, no hay tiempo Alicia". Encerrada en una jaula de la que debe aprender a salir...