Mark estaba dolido y decepcionado porque su padre lo había ignorado toda su vida. Siempre supo que el predilecto en la familia Emory era el hijo mayor, Ayden. ¿Y cómo no lo sería?, si era el hijo de la mujer que realmente amo su padre. Todos sabían que Gerard Emory se había casado con la madre de Mark solamente porque salió embarazada, él no quería traer deshonra a su familia y crear un escándalo público.
Y al igual que una vez Gerard presionó a Ayden por un hijo, los padres de Gerard lo presionaron a él para que se casara de nuevo; de esta manera es que él contrajo nupcias con la madre de Mark.
Ella había sido una mujer de la vida galante, de esa manera fue que Gerard la conoció, en un club de vida nocturna Por así decirlo.
Sí bien Gerard quería a sus hijos, el desprecio por Mark creció en los últimos años, cuando se dio cuenta realmente quién era su hijo y lo que esté hacía a escondidas. No podía decir nada por qué el exponerlo sería una cuestión de escándalo público, por ello mejor decidió guardar silencio. Al final de cuentas, el único que siempre había visto la verdad sobre quién era Mark Emory había sido el mismo Ayden, quién lo descubrió de una manera atroz.
—¡Maldito, te mataré! ¡Te juro que te mataré! —gritaba Mark mientras intentaba golpear a Ayden.
Sebas y Daniel ayudaron a retenerlo, mientras que Robín y Gabriel lo levantaban.
Arya protegía a su pequeño contra sí misma, para que no le fueran a hacer daño. Ayden no quería pelear, sabía que algo así pasaría en caso de que su padre decidiera ignorar a su hermano en el testamento.
Él realmente nunca creyó que esto fuera a pasar. Pensó que su padre le dejaría al menos algunas de sus propiedades, nunca se imaginó que estás serían heredadas a Arya y mucho menos que sería condicionada por ello. Para él eso no era un problema, Ayden sabía y conocía el corazón de ella, él le había pedido matrimonio un día antes y esta nunca le dijo que no, solo le pidió que no lo hiciera por temor. El mismo temor que sentía en ese momento cuando su hermano amenazaba una y otra vez con matarlo.
—Mark por favor contrólate, Aryehn está aquí. Por favor —rogaba Arya a su cuñado, pero este no escuchaba razones, estaba muy enojado.
—¿Qué me controle? Cómo pides que me controle cuando por tu culpa mi hermano se ha quedado con todo. Si tú no hubieras llegado a su vida, esto jamás hubiera pasado —expresaba Mark con molestia.
El odio se podía reflejar en sus pupilas, los gestos que él articulaba no eran más que de una persona furiosa, dolida y resentida con la vida y con sus familiares.
—¡Suéltenme, mejor me voy! Es claro que yo ya no pertenezco a esta familia —reclama el menor de los Emory, dolido.
Intenta alisar su arrugada camisa y el traje sucio, para luego salir dignamente.
Arya voltea a ver a Ayden para ver cómo está y se percata que de la herida le sale sangre.
—Cariño no te muevas, por favor —pide Arya—. Deja que te revise.
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El enigma del millonario
RomanceArya Harley accede a un acuerdo millonario con Ayden Emory, un magnate de Nueva York, a cambio tendrán un hijo y una relación ficticia, pero con la regla inquebrantable de no tocarlo ni enamorarse. ¿Descubrirá este enigma que rodea al millonario?