Tratos

2.2K 136 3
                                    

La mañana era muy fría, Aryehn seguía dormido, así que bajaron a la sala el monitor de bebés para poder oír en caso de que se despertase

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana era muy fría, Aryehn seguía dormido, así que bajaron a la sala el monitor de bebés para poder oír en caso de que se despertase.

Gabriel estaba a primera hora de la mañana en la puerta esperando que le abriesen. Henry, encargado de la seguridad de la casa, ahora debía informar primero la llegada de las visitas, para ver si Arya las autorizaba o no.

—Señorita Arya, el señor Specter ya está en la entrada esperando ¿lo hago pasar? —pregunta él con mucha formalidad cuando ella baja las escaleras.

—Sí, hazlo pasar a la cocina, por favor, Henry —dice ella que camina directo a la cafetera, para preparar el café. Ayden se le une unos minutos más tarde, justo cuando Gabriel llega.

—Buen día, señor, señora Emory —saluda con formalidad el abogado estrechando su mano con el millonario.

—Buen día, Gabriel, pasa —Ayden señala la silla frente a él en el comedor.

—¿Quieres café? —pregunta Arya sirviéndose una taza para ella y otra para Ayden.

—Sí, por favor —declara sacando de su maletín unas cuantas carpetas—. Estuve revisando todo lo que se necesita legalmente para consolidar la idea que tiene Arya para el refugio y aquí está todo —dice señalando la carpeta frente a él.

Arya entrega la taza de café al abogado y se sienta junto a su marido, quedando de frente a Gabriel.

—Antes de eso, ¿Qué ha pasado con lo de Lily? —pregunta Arya—. ¿Cuándo será el funeral?

El rostro del abogado cambia, es claro que no es algo fácil para él de procesar. Arya sospecha que él tenía algún tipo de sentimiento por esa joven, ya que es claro que se ve muy afectado.

—En dos días será el funeral —relata él—. Su madre se ha quedado mientras tanto con la pequeña. Aunque es difícil para ella, he contratado una niñera que le ayude, en realidad dos. Una se queda en el día, la otra de noche, cada una con turnos de doce horas. Contrataré una tercera hoy, para que se turnen en ocho horas y si es posible contrataré otra más...

—Esto es muy personal para ti, ¿no es así? —pregunta Arya.

Él solo hace un ligero asentamiento con la cabeza.

—Hemos decidido que los gastos del funeral corran por nuestra cuenta —dice con seguridad—. Como comenté, todos en la firma, apreciábamos a Lily, queremos hacer esto por ella. Y por su bebé... queremos ayudar con esta fundación. Es por eso que me he adelantado un poco y además de investigado, he elaborado un contrato, solo es un borrador.

Gabriel saca el contrato y lo muestra a Arya.

—No cobraremos por representar a la fundación, siempre y cuando nuestros pasantes puedan ayudar en un departamento legal dentro de ella. Algo como asesorías jurídicas para madres solteras, adopciones, etc.

El enigma del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora