62. Quemar puentes

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Derek

- Pareces preocupado –Héctor se inclinó hasta recargar sus codos en sus rodillas-. ¿Es por Abigail?

- No –entrelacé mis manos y las apreté hasta sentir que mis articulaciones dolían.

- ¿Es por la carrera...?

- No vuelvas a mencionar su nombre –intenté contenerme tanto como pude, pero, mi garganta ardía tanto que me costaba pensar con claridad, las palabras estaban pidiendo salir de mi boca.

Él inhalo con fuerza y se recargó en el respaldo de su asiento.

- Estoy harto de todo. Todos ustedes se pueden ir a la mierda si piensan que pueden venir, insultar a Abi y salirse con la suya. ¿Qué mierda, Héctor? –estaba hablando tan fuerte que me pregunté si mi voz se estaba escuchando por todo el penthouse. No quería que Abi escuchara esa conversación, ya estaba teniendo demasiado en sus manos.

- ¿Qué fue lo que ella te dijo? –rodó los ojos fastidiado.

- ¿Importa?

- Por supuesto –levantó sus hombros, como si lo que yo acababa de preguntar fuera estúpido-. Esa mujer podría estar mintiendo, quizá es tu esposa, está embarazada y sientes la necesidad de besar el suelo que ella pisa, pero, cualquiera se puede embarazar, cualquier mujer en el mundo podría darte un hijo, Derek. Ella no es especial, puedes tener a quien quieras chupando tu polla.

- No quiero que nadie se acerque a mi polla. Estoy casado, Héctor. He cambiado.

- ¿Desde cuándo?

Él parecía genuinamente confundido.

- ¿Desde cuándo un matrimonio te hace cambiar? Eso es ridículo, Derek. Has estado casado tres veces y nunca fue suficiente, siempre acababas buscando a modelos, actrices y fanáticas para que te hicieran sentir vivo. Puedes engañar a quien quieras, pero yo llegue antes que todos.

- ¿Desde cuándo es jodidamente malo querer formar una familia? ¿Te gustaba más la versión de mí que era un hijo de puta, incapaz de pasar una semana sin meter su polla en una mujer diferente? –acabé gritando. Héctor solo me observó en silencio.

- Creo que, si sigues por este camino, vas a acabar con tu carrera. Abigail no ha hecho más que traer escándalos y problemas a tu vida.

- Estás de coña.

- No, no lo estoy.

Respiré profundo y utilicé todo mi auto control para hablar nuevamente de forma tranquila.

- ¿Verdaderamente crees que ella está jodiendo mi vida con escándalos?

Él asintió.

- ¿Y que carajos piensas que pasó con la de ella? La primera persona en ser arrastrada a un escándalo fue ella, gracias a mí en Las Vegas. Cuandp el puñetero video sexual se filtró todo se vino abajo, su vida y reputación principalmente. ¿No crees que es estúpido lo mucho que odias mis escándalos con Abigail, pero, cuando el escándalo en Las Vegas ocurrió ni siquiera te importó investigarlo?

- Nunca te importó a ti tampoco, siempre fue irrelevante saber quién estaba detrás de todo. Una vez que el video se filtró no había vuelta atrás.

- ¡Si la había! –estrellé mi mano en el escritorio de madera- Es nuestra jodida vida privada, nadie tiene derecho a joderla.

- No tenía sentido continuar averiguando sobre eso, todo estaba jodido. Aunque, si en Las Vegas hubiera sabido como acabaría esto –dejó la frase inconclusa y levantó sus hombros-. Tus escándalos antes de ella te daban mejor publicidad, incluso ahora, un escándalo con un cuarto divorcio o una custodia compartida sería mejor.

Promesa de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora