Los últimos tres días fueron la mejor definición de una guerra silenciosa. Derek y yo no nos hablábamos, sin embargo, estábamos obligados a convivir cuando se trataba de la boda. El día anterior habíamos tenido una video llamada de una hora con la organizadora, pero cuando la grabación acabó él pareció no querer verme más, yo tampoco quería hablarle.
Ese día desperté con dolor de estómago, faltaba un día para la boda, pero solo algunas horas para que mi familia llegara a Barcelona. Si había algo que me aterraba, era dejarlos entrar tanto. Diez años atrás, cuando dejé el culto, me prometí nunca dejarlos acercarse lo suficiente para lastimarme, no tenía idea que podía pasar ese fin de semana cuando ellos llegaran. Pensarlo hacía que mi cabeza diera vueltas. Afortunadamente, Johnny los había colocado a todos, incluida Paula, Sugar y Roger, que visitaría a Johnny después de varias semanas que para mí asistente fueron una eternidad, en un avión solo un día antes de la boda, todo pasaría tan rápido que seguramente cuando las personas llegaran, mi preocupación sería diminuta.
- Su vestido es dorado -Johnny instruyó a la maquillista, mientras ella me miraba de pies a cabeza. Yo estaba sentada en una silla alta, en la sala de estar.
La mujer pasó las siguientes dos horas y media maquillando mi rostro, mientras su ayudante se encargaba de rizar mi cabello y sujetarlo en una cola alta. No había visto a Derek desde esa mañana, cuando desayunamos juntos, en silencio. Mi mente viajó hasta pensar qué usaría ese día, ¿estaríamos combinados?
Habíamos decidido tener una cena de bienvenida para mi familia y amigos, invitamos a la familia de Derek y solo pensar en eso hacía que mi estómago se removiera. Pero, según Héctor y Johnny, esa era la mejor idea, daba buena publicidad y nos permitiría conocernos antes de la boda. Me aferré a ese pensamiento, esto es una buena idea.
Bajé las escaleras con Johnny a unos pasos por detrás de mí para encontrar a Derek en el primer piso, con la vista fija en su celular. Tres días atrás había tenido que renunciar a mi celular y hasta ese momento me rehusaba a utilizar el nuevo, era un modelo más actualizado, pero tomarlo se sentía como aceptar una dictadura.
- ¿Lista? -Derek apenas me miró.
Mi estómago ardió, me había visto en el espejo antes de salir de la habitación, la maquillista hizo un trabajo increíble conmigo, mi rostro se veía como porcelana, mis ojos estaban tan delineados que parecían felinos. Mi cabello rubio estaba rizado y sujetado a la mitad de mi cabeza en una cola de caballo, el vestido dorado había sido una buena elección, cubría desde mis hombros hasta mis rodillas, pero era tan ajustado que se convertía en algo elegante y sexy, yo me veía bien y él ignoró eso. Él estaba acostumbrado a estar con modelos, actrices y figuras públicas, pero el vestido de dos mil euros que estaba usando, era perfecto y él apenas lo notó. Idiota de mierda.
Cuando mi drama mental estaba sucediendo, la puerta se abrió y vi caminar al interior a los padres de Derek. Detrás de ellos, una mujer delgada, con facciones finas y cabello castaño, igual al de Derek, largo hasta la mitad de su espalda, caminaba ondeando su vestido rojo vaporoso a cada paso que daba. El dolor de estómago vino acompañado del recuerdo de una conversación que tuve con Derek unos meses atrás.
«Tengo una hermana 5 años menor, ella es alérgica a las nueces.»
Hasta ese momento, no me había detenido a pensar mucho sobre su hermana. Su mamá había sido una persona difícil, pero ese día debía enfrentarme a su papá, quien a simple vista era igual a Derek, con treinta años extras y solo algunas canas en su cabello oscuro. Estaba a punto de preguntarle a Derek por los dos miembros de su familia que no conocía, necesitaba una referencia, una idea o al menos una expresión para saber a lo que me enfrentaba, pero ella fue más rápida y se abalanzó a los brazos de su hermano antes de que yo pudiera sacar una palabra de mi boca.

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Promesa de papel
Romance¿Cómo mierda Abigail Lorente, la abogada más brillante del Bufete, experta en divorcios, termina casada casi por accidente con uno de sus clientes? Peor aún, ¿Cómo logra un gilipolla, adinerado y tres veces divorciado, que me case con él? La respue...