Abigail no lo deja.
La esposa del corredor de la fórmula 1 se niega a dejarlo solo, lo acompaña a todas las competencias y no permite que otras mujeres se fotografíen con él.
¿Tiene miedo a ser engañada?
No fui capaz de leer más de un párrafo del segundo artículo, donde se relataban las relaciones anteriores de Derek y sus múltiples infidelidades con modelos, actrices
- Esto es ridículo –bloqueé la pantalla de mi celular y lo dejé sobre la mesa de noche del hotel antes de esconder mi cara contra la almohada.
- ¿Qué cosa? –Derek giró en la cama y recargó su peso sobre mí mientras esparcía besos a lo largo de mi espalda desnuda, su mano estaba haciendo un camino de mi cintura hasta mi cadera.
- Johnny me envió el enlace de una página de chismes, siguen hablando de nosotros, dicen que yo no te dejo solo ni un segundo por temor a que me engañes, según ellos esa es la razón por la que vine contigo.
- Eso no es cierto –continuó besando mi espalda hasta llegar a mis hombros y morderlos-. Yo te necesito conmigo.
- ¡Au! –me quejé al sentir la mordida, pero sabía que era algo que a él le gustaba y a mi más. Tenía varias marcas en mi piel de las últimas noches con él, pero no me importaba-. Yo sé eso, pero ellos no lo saben y creen que soy una loca celosa por la foto que le negaste a las mujeres del staff.
- Eso fue hace más de una semana ya tuve una segunda carrera y parecen estar más interesados en hablar de nuestra vida privada que de mi temporada, quedé en cuarto puesto, me está yendo de puta madre y ellos solo quieren hablar de mi pasado y decir que te haré lo mismo.
La semana anterior habíamos visitado Arabia Saudita. Apenas había estado en dos carreras y sentía que ya sabía todo el protocolo. Las personas de seguridad se quedaban conmigo y Johnny mientras veíamos a Derek practicar, conocer su lugar de salida en la competencia y después, montarse en su automóvil y conducir como si su vida dependiera de ello. Era difícil preparar mi corazón para cada circuito, pero había logrado mantenerme tranquila, pensando que estresarme a mí solo haría que él se sintiera igual. Incluso la discusión que tuve con su madre en la primera competencia era un dato desconocido para Derek, lo último que él necesitaba era pensar en eso.
- ¿Muñeca? –Derek sacudió levemente mi hombro y regresé a la realidad, a la habitación de hotel, en Australia, con él.
- ¿Si?
- Estás muy callada.
- Estaba pensando.
Él deslizó su mano hasta mi espalda baja y de regreso a mi nuca, masajeando todo a su paso, eso me gustaba.
- Abigail, la mayoría de las cosas que los medios dicen no son ciertas. No te fallaré. Tengo un historial bastante feo y quizá no merezco que me creas, pero no pretendo lastimarte, de ninguna forma. Haré lo que necesites que haga para que confíes en mí.
¿Él creía que no confiaba en él? Lo anterior me llevó a sacar una pregunta en mi mente, ¿Yo confiaba en él? Honestamente no me había detenido a pensarlo demasiado, yo ingresé a la relación sabiendo quién era Derek y las cosas que había hecho en sus matrimonios anteriores. Caí en un matrimonio por supervivencia, buscando rescatar mi dignidad y sin la oportunidad de pensar mucho al respecto. Pero ahora estaba ahí, en cama, con él masajeando mi espalda y, honestamente, no se me ocurría un mejor lugar para estar.

ESTÁS LEYENDO
Promesa de papel
Romance¿Cómo mierda Abigail Lorente, la abogada más brillante del Bufete, experta en divorcios, termina casada casi por accidente con uno de sus clientes? Peor aún, ¿Cómo logra un gilipolla, adinerado y tres veces divorciado, que me case con él? La respue...