Derek
Héctor estaba paralizado, solo parpadeaba y me miraba como si estuviera esperando una respuesta divina, algo que me hizo enojar aún más.
- ¿Vas a hablar? –gruñí.
Él suspiró y asintió.
- ¿Qué quieres saber? –levantó sus cejas y me observó con detenimiento.
- ¿Estás de coña? – apreté los dientes- ¡Estás de coña! Quiero saberlo todo, ¡joder! –estrellé mis manos en la mesa- Quiero saber que llevó a mi representante a traicionarme, vender un video sexual en el que participo y arruinar la vida de Abi. ¿Qué quiero saber? –imité su voz- ¿Eres idiota o algo similar?
- Cálmate, joder. Todo lo que he hecho siempre ha sido por ti. Aunque no lo creas, esto también fue por ti.
Me levanté del asiento y caminé por la habitación, incapaz de seguir sentado.
- Creí que esto sería una oportunidad de aprendizaje para ti. Estabas detrás de ella como un jodido perro detrás de un hueso. Cometías error tras error con mujeres y eso nos traía muchos escándalos, pero, la mayoría de ellos nos beneficiaban al final –levantó sus brazos en el aire y me observó-. Tú te forjaste la fama de playboy y eso solo hizo que las mujeres de España y el mundo te desearan más –me señaló-. Guapo, millonario, famoso y con fama de hacerlas sufrir, todo lo que muchas de ellas buscan. Tenías el jodido mundo a tus pies, solo necesitabas divorciarte de Catalina y cualquier cosa que quisieras estaría a tu alcance. Pero, entonces encontraste a Abigail y todo se fue a la mierda –se lanzó de espaldas contra el respaldo de su silla.
- ¡Eso no me explica porque coño me traicionaste! –golpearlo me pasó por la mente varias veces. En cambio, opté por apretar mis puños hasta que las palmas de mis manos dolieron.
- Fuiste descuidado y estúpido. Supe lo que estabas haciendo toda la noche gracias al equipo de seguridad. Te casaste en una jodida capilla, aprovechándote de que ella estaba intoxicada –me señaló.
Sentí mi pecho apretarse y abrí la boca para negarlo, ambos estábamos intoxicados, estaba jodidamente obsesionado con ella, pero no intenté aprovecharme, ¿o si lo hice?
- Silencio, sabes que estoy en lo correcto –me señaló y continuó-. Estabas obsesionado con ella desde el inicio y buscaste cada oportunidad para acercarte a ella.
- Eso no significa que me aproveché de ella, de ninguna forma –me defendí.
- Significa que fuiste un idiota –su boca lanzó algo similar a un gruñido
- Deja de cambiar el tema, Héctor. ¡Dame malditas respuestas! –golpeé la mesa frente a mí con la palma de mi mano. Él ni siquiera se asustó, como si hubiera estado esperando eso, lo que me molestó aún más- ¿Cómo conseguiste el puñetero video?
- Yo lo tomé, Derek –él tomó aire y lo soltó con un suspiro.
La calma salió de mi cuerpo y en un parpadeo estaba sobre él, con mis manos en su cuello y estrellando su cuerpo gordo contra la pared.
- ¿Qué? –susurré
- Derek –él estaba teniendo dificultades para hablar, así que aflojé mi agarre en su cuello-... Te esperé despierto, necesitaba decirte lo jodidamente malas que estaban siendo tus acciones.
- ¿Filtrando un video mío y de Abi? –apreté más mi agarre y vi su cara ponerse roja- ¿Por qué?
- Llegaste con ella y fuiste descuidado, pudo ser cualquiera.
ESTÁS LEYENDO
Promesa de papel
Romance¿Cómo mierda Abigail Lorente, la abogada más brillante del Bufete, experta en divorcios, termina casada casi por accidente con uno de sus clientes? Peor aún, ¿Cómo logra un gilipolla, adinerado y tres veces divorciado, que me case con él? La respue...