Diego
Encuentro a Lezanger en un pabellón, cuya terraza tiene vista hacia el museo que él mismo levantó para exhibir los instrumentos musicales que colectó por interés propio.
—Así que Gabriel y tú tienen una presentación esta noche... ¿Puedo ir? Me lo dijo esta mañana.
Baja la mirada y relaja los hombros, resignado a despedirse de su momentánea soledad.
—Claro...
Me siento con él. Saco de mi bolsillo una caja de caramelos masticables, me como uno.
—¿Quieres? Son los únicos que me quedan del otro plano. También deben existir aquí, pero no todos los días te comes algo hecho en otra dimensión.
Hace una mueca, pero estira la mano para recibir lo que le ofrezco.
—¿Sabes algo? Lo que dijo Damara es verdad. Sobre su antigua obsesión con el festival de cadáveres.
Ante mi comentario, que es sin duda un pie para una conversación seria, Kham apoya su cabeza en el muro con un mohín de fastidio. Eso no me detiene.
—Conocerlo era de lo que más la motivaba para convertirse. Solía coleccionar todos los artículos que el Opscroll publicara sobre eso, le emocionaba imaginar todo lo que allí pasaba, quería verlo con sus propios ojos, e incluso apostar.
—¿Te parecía un comportamiento normal para una adolescente?
—Una con quien hice lo posible de criarla sin miedo de su naturaleza futura, sí. No me preocupaban sus rasgos sádicos porque yo le infunde una personalidad homicida. A mí no me costó adaptarme a la idea de tener que matar siendo vampiro, porque ya era un asesino desde mi juventud humana. Pero Damara no tenía la vida que había llevado yo. Es cierto que la neoemia no está obligatoriamente casada con la crueldad, pero los que la padecen pueden quedar a merced de tanto aquellos que teniendo esta misma condición acosen a los suyos, como de quiénes tengan por objetivo cazar demonios. Por eso no podía dejar que Damara se convirtiera en una mujer sensible, se hubiera vuelto presa de otros mucho peores.
Sé que mis palabras le traen a la mente a una persona específica.
—Con el respeto que su memoria merece y de tu aversión al tema, pondré de ejemplo a Talynha— digo sin más —Si alguien hubiera intentado hacerle a Damara un daño de la magnitud que le hizo Adrián a ella, estoy seguro de que no hubiera sido tan fácil. Damara fantaseaba con descuartizar a sus compañeros de clase que no le caían bien —encojo los hombros —Pero eso preparó su mente para aceptar los actos que necesitaría ejecutar en el futuro. Desafió a un vampiro siendo humana. Habría sido una imprudencia, pero en las circunstancias en que sucedió, fue un acto de mucho valor y confianza, que no hubiera tenido de no estar conciliada con la idea arraigada de matar o morir. Respecto a Dakota, sé que con mi siguiente pregunta, la primera respuesta que querrás darme es sostener un punto medio, y lo abordaremos, pero antes, me gustaría que reflexiones cómo consideras que ella tendría más posibilidades de sobrevivir: ¿Con miedo de sí misma, subestimando sus propias habilidades, a merced del salvajismo de otros, o adaptándose al mundo al que pertenece y dominando sus condiciones? La primera opción puede parecer buena, pero la condenaría a la sumisión.
Sus ojos reflejan duda. Recoge sus piernas y apoya el mentón en las rodillas.
—Vivimos en un mundo despiadado. Hace rato le preguntaste a tu hermana si priorizaba perpetuar el poder, aunque eso implicara sacrificar inocentes, y tiene toda la razón con lo que te respondió. Kham Lezanger, ustedes son hijos de un Zethee. Si no conservan el trono, perderán la vida, porque ningún sucesor ajeno tu casa se arriesgará a que intenten recuperar la corona en el futuro.
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Herencia Roja | Libro 13
VampirosContinuación cronológica de Reverdecer Vampírico - Saga Crónicas Zansvrikas ♥ Sinopsis: La dinastía León se fortalece. Un nuevo comienzo emerge de las ruinas, soplan vientos buenos de transformación. Sombras del pasado regresan como peligrosas amena...