Lo último que quiero es que Alyssa se estrese más de lo que está, podría enfermarse, por lo que por ahora le concedo razón en su idea testaruda y le insisto que repose. Por suerte acepta. La acompaño hasta nuestra alcoba, Alessio se queda unido a mi brazo como una piraña. Me lo traigo para entretenerlo con los vampiros que ensayan las danzas que exhibirán durante el festival de cadáveres. A ninguno le molesta ser observado, y ya que bailan en tarima con tantas butacas libres a su alrededor, entro con mi hijo a uno de los salones.
No duramos demasiado. Mikael, el escolta principal de mi sobrina, viene hacia nosotros.
—La krasny puede verlo ahora —me dice.
Hace rato que quiero hablarle. Se supone que debía impedir que siguiera experimentando con sus capacidades extraordinarias mientras sus padres se encargaban, un favor que me pidió Moisés, pero Dazha está tan solicitada que incluso a mí que soy su tío me tiene esperando agenda.
—Compórtate —le pido a Alessio —Si lo haces bien, buscaremos a Miguel Angelo.
Gruñe con frenesí en respuesta, sacudiendo la cabeza y mostrando los dientes. Dejarlo hacerle maldades a Miguel Angelo es un precio bastante razonable con tal de que me deje cumplir con esta reunión.
Llegado a los alrededores de sus aposentos reconozco que el ambiente no es normal. Esto parece un templo. Antes se escuchaban las voces de sus admiradores llenar los pasillos, ahora solo se sienten efluvios en el aire, pues quiénes buscan a Dakota se mantienen callados, me da la impresión de que oran. Dejándolos atrás y entrando a la estancia por fin, Dazha está sentada en el suelo frente a llamas de grandes proporciones, su mirada se concentra tanto en el fuego que dudo que me haya sentido llegar. Su cabello está mojado, destila agua hacia la túnica blanca que la viste. Mikael cierra la puerta, dándonos privacidad.
No quiero interrumpir, así que me siento en la butaca más cercana a esperar a que termine lo que sea que esté haciendo. Siento a Alessio en mis piernas. Él me toca el hombro un par de veces, lo miro y me hace señas para que acerque mi oído a su boca. Creo que me susurrará, pero en su lugar intenta arrancarme la oreja de un tajo. Aparto mi cabeza antes de que lo logre. Se carcajea, logrando que su risa rebote en todos los muros.
—¡Shhh!— le muestro mis colmillos de forma amenazante y dándole una mirada retadora. Se endereza acabando con su alboroto.
—He vivido la muerte tantas veces —dice Dazha, incorporándose de su sitio y haciendo que Alessio la mire con incluso más respeto que el que me demuestra en este momento a mí —Proyectando mi mente en quiénes están a punto de dejar la vida, solo para experimentarla.
—¿Le tienes miedo? —pregunto.
Me mira mientras se acerca a los dos. Salvo por las características especiales que tiene, su imagen posee alta similitud con la de Damara, pero la mirada de mi hermana en su juventud estaba cargada de vanidad y malcriadez. En cambio, en la de mi sobrina hay prudencia y astucia.
—Tengo una relación complicada con ella.
—Te llama la atención —concluyo.
—No precisamente — sonríe con el ceño fruncido.
—¿Por qué otra razón querrías sentirla en la piel de otros, o te arriesgarías a no volver a despertar aquí? ... Ya me contaron que el mundo de los muertos se te hace un destino atractivo y recurrente para pasar el rato.
—Siempre ha existido un motivo superior, no es placer personal.
No tengo intenciones de preguntarle sobre Elizabeth, ni de enviarle con ella ningún tipo de mensaje. Ella y yo tuvimos nuestro propio encuentro, cuando me regaló una última noche juntos, cuando me liberó del dolor de su ausencia. Me dijo que volveríamos a reunirnos de una forma inimaginable y yo confío en eso. Elijo mantener en privado nuestra conversación. Lo que siento hacia ella es solo mío, y le faltaría el respeto a la confianza de Alyssa sobre mi sanación respecto a la pérdida de Eli si intentara cualquier acercamiento paranormal, que además no deseo tampoco.
—Escuché que sacaste un alma allí.
—Es una percepción errónea. Solo la guie para que al renacer recuperara la misma vida que dejó. Reposaba entre humanos, no entre vampiros. El alma cumplía con condiciones específicas que hacían posible su retorno.
—¿Le has enseñado a Aevë a hacer eso?
—No podría aprenderlo aunque intentara entrenarla. Yo lo hago porque no soy como los demás. Es cierto que mientras más se alimente la espiritualidad zansvrika individual esta se desarrolla, pero hay límites que ningún otro vampiro puede cruzar y que yo sobrepaso porque mi anomalía me lo permite. Soy única, tal como mi madre lo es en su condición. La diferencia entre nosotras es que ella es la última de una especie extinta. Yo soy la primera que existe en la mía, y aunque otros vampiros en el futuro compartan características conmigo, ninguno jamás será como yo.
—¿Serías capaz de ayudar a Aevë a hacerle daño a Alyssa por recuperar a Elizabeth? Temo por mi esposa. Mary Angelle tiene la idea de que sacrificándola, Eli puede volver.
—Ambos se equivocan. Ella al presumir eso, y tú al comparar las circunstancias de mi tía con la del alma que ayudé a regresar. No apoyo las ideas experimentales de Aevë, menos si generan sufrimiento innecesario.
—¿Es cierto que anticipas una guerra?
—Es muy posible.
—¿Qué tan probable es que se dé? No quiero que Alyssa esté en Montemagno para cuando se levante, quiero protegerla.
—Para eso tendrías que sacarla de este plano, no solo de la casa del sol.
—¿Crees que la perseguirán a donde quiera que vaya?, ¿Solo por formar parte de mi familia?
—Los augurios sin discernimiento analítico son apuestas inseguras. Confío en mi lado intuitivo, pero en algunos asuntos solo si los mezclo con mi lado racional y viceversa. En pocas palabras, siendo la única fuente de orientación espiritual al servicio del trono, construyo mis consejos tanto de premoniciones como de criterio lógico si lo considero prudente. Por esto creo que se avecina no solo una única confrontación, sino una serie de ellas hasta que nuestros enemigos se extingan, y siendo que cada uno tiene sus propios intereses bien establecidos harán lo que sea para intentar el éxito. Creo que nos enfrentaremos a situaciones nunca vistas. Dudo que persigan a Alyssa por ti o por nosotros, pero creo que las cosas se saldrán de control y que en general será difícil mantenerla a salvo. Mis padres atacaron a los cazadores sin guardar las evidencias, dejando en manos del sefag las decisiones sobre cómo justificarlo ante el mundo. Creo que eso traerá repercusiones sobre todos los frentes enemigos.
—¿Daniel lo sabe? —pregunto preocupándome.
—Por supuesto.
—Él me dijo que adelantaría los nombramientos, para que Alyssa pudiera estar presente antes de que la saque de Montemagno, pero si esto es tan grave como dices, preferiría que ni siquiera lo espere.
—No será necesario, hablaré con el Zethee y la zrasny sobre el tema otra vez. Mi madre ha influido, convenciendo a mi papá de resolver primero el asunto con los descendientes de la corte ante de oficializar la dinastía leónica. Pensando en evitar un conflicto similar al del último rui celum, ella quiere limpiar el camino, apartando posibles rebeldes antes de coronar a los miembros de nuestra familia que hasta ahora no gozaban de título nobiliario. Sin embargo, a mi juicio debemos asentarnos primero. Esto es, declarar la dinastía y otorgar los poderes antes de que los carroñeros reclamen nada.
—¿Se te ha ocurrido pensar que esto podría precisamente provocar una disputa?
—Lo habrá de todos modos. Consideraría que ellos ante esto podrían concluir que lo que vienen a reclamar es inútil, pero son ambiciosos, así que no se conformarán, pero al menos sabrán de antemano que aquí no encontrarán cabida a negociaciones, y que deberán dimensionar la fuerza contra la que se enfrentan.
Siento algo en el pecho. No sé si llamarlo angustia, y no sé si lo que lo causa es la perspectiva del futuro inminente, o la firme sequedad con que habla mi sobrina. Se expresa con notable cortesía hacia mí, pero con una severidad tenaz de que su resolución es inapelable. Diría que ha heredado la obstinación de su madre, pero lo que demuestra en su carácter va más allá de la terquedad, es estrictez.
Ya Daniel me había advertido sobre un posible alzamiento violento, pero la magnitud de lo que Dazha describe me genera algo que no sentía hacía mucho: Temor. Miedo, porque tengo demasiado que perder. Mis hijos, mi esposa. A cada uno de ellos los sabía ya involucrados, pero si el mundo arderá como ella insinúa, el panorama cambia.
Damara ha sido inteligente al no traer a Ángel.
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Herencia Roja | Libro 13
VampiriContinuación cronológica de Reverdecer Vampírico - Saga Crónicas Zansvrikas ♥ Sinopsis: La dinastía León se fortalece. Un nuevo comienzo emerge de las ruinas, soplan vientos buenos de transformación. Sombras del pasado regresan como peligrosas amena...