Herencia Roja | Libro 13

Capítulo 72

Enevra Sinnis

Cada vez más cerca de convertir a la puta de lujo en mi esclava personal. Cada día con más odio hacia el malnacido de Daniel. Cada día respirando obsesión por ambos. Mi deseo por la zrasny me obligó a romper mi trato con los cazadores, querían matarla, no toleraron mis condiciones de respetar su vida para follarla hasta la muerte, ese fue el único precio que puse para revelar la ubicación de Montemagno y no la aceptaron. No importa. Aún me quedan otras opciones para hacerla mía.

Tenemos fuerza bruta con que atacar al Zethee, pero en un intento de minimizar riesgos, probaremos primero una forma más civilizada, igual de letal, puede que incluso más efectiva.

Reunido con los descendientes de la corte, la discutimos para perfeccionar los detalles.

—Que todos lo tengan claro —dice Legan —Es vital que lo memoricen porque será nuestra mejor arma: Reclamamos una práctica que ha caído en desuso, pero que sigue siendo parte del legado jurídico y constitucional zansvriko.

—Elorkitud —menciona Tek Braska, pronunciando el nombre de la ley que exigiremos cumplir.

—Demanda la defensa pública de los motivos y derechos que respaldan la proclamación de los parientes de sangre del vampiro cuya grandeza militar o política le otorgue ese privilegio—recita Ekitan.

—Porque la sucesión no tiene herencia estricta en los hijos de un Zethee— añade Rossel.

—Mucho menos se extienden los derechos nobiliarios a parientes colaterales —dice Elián.

—Tenemos dos cartas que jugar a nuestro favor— digo —La primera tiene una palabra clave que los complacerá: Señor de los cadáveres. Cuyo acto de "purificación" de Montemagno ahora le tiene encadenado y esperando su juicio.

—Daniel y su estirpe intentaron lavarse las manos, distanciándose de Aris y condenándolo de traidor— acusa Neige —Pero el asesinato de nuestros padres los benefició a todos. Daniel quiere usar a su propio hijo como chivo expiatorio, como si su dinastía no hubiera recogido los frutos de su acto.

—Por eso se me ocurre que, si permitimos que el juicio del señor de los cadáveres se lleve a cabo de manera independiente, los León lo sacrificarán para apaciguar a todos, y seguirán adelante como si nada hubiera pasado. Pero... ¿Qué pasaría si exponemos no solo a Aris Delyam, sino también a toda la dinastía por beneficiarse de su traición?

—¿Cómo? —me pregunta Oran van Nerve.

—Combinando dos juicios. Pondremos a los León en una posición insostenible. No podrán deshacerse fácilmente de Aris Delyam como el traidor único. Los arrastraremos a todos al centro de la culpa. Después de todo, cada uno aprovechó la eliminación de la corte para acumular más poder.

—Si vinculamos la traición de Aris con la decisión de los León de no restaurar La corte, el juicio ya no será solo sobre un acto de traición individual, sino sobre la traición conjunta de toda la familia contra la sociedad zansvrika— Apunta Marna.

—¿Podemos hacer eso? —cuestiona Hirkas Kelder.

—Podemos. Daniel alegará que no ordenó la masacre, pero no podrá negar que su familia jamás intentó restablecerlo. Dejaron que Montemagno quedara sin su institución más importante, y llenaron ese vacío con su propia dinastía. El juicio público expondrá sus intenciones.

—Entonces exigiremos que ambos juicios se unifiquen— apoya Laynor —Condenar a Aris Delyam por traición a Montemagno no será suficiente; debemos condenar a los León por haber faltado a los principios mismos sobre los que Montemagno fue fundada.