Capítulo 23

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Con ayuda de Daniel y los recursos que puso a disposición para tal fin, dimos con la ubicación de los artistas que Lezanger quería encontrar. Me trasladé con él en una aventura hacia los bosques de Siberia, lo que fue nuestra primera excursión a solas, y la primera expedición de Kham siendo vampiro. Allí tuvo la oportunidad de probar las bondades de su nueva naturaleza, al manejar una mejor tolerancia a las condiciones climáticas, probar su fuerza muscular, y las capacidades especiales para llegar a donde las personas comunes no pueden.

Dadas las asperezas que habían surgido entre nosotros, aquella fue gran oportunidad para limarlas. La verdad, con lo que resultó de la travesía, temí que la responsabilidad en la construcción de identidad zansvrika de otro de mis hijos se me fuera de las manos. Me ayudó el entendimiento de que por la sangre de cada uno de ellos corría también la del Zethee, un hombre que de alguna u otra manera también se ha de haber obsesionado con sus propósitos, o no habría conseguido ninguno. Puede que Lezanger hubiera sido criado con limitaciones, que nunca hubiera desarrollado destrezas para la política, y más bien manifestara un abierto rechazo hacia esta, pero al final del día Daniel seguía siendo su padre, por lo tanto, sus genes estaban en él. Quizás solo le faltaba encontrar la inspiración correcta. Una vez predije, y se lo dije a Kham, que quizás como Zethee, él se ocuparía de todo aquello que los demás líderes de la historia habían olvidado. Con lo que demostró posteriormente, reforcé esa creencia.

Ambos quedamos prendados con las bellezas de tal maravilla natural donde habitaban aquellos vampiros músicos. El viaje también sirvió para que Moisés y yo descansáramos de las presiones con la que estábamos lidiando los dos. Allá fuimos bien recibidos por los veteranos exponentes, quiénes se mostraron honrados de nuestra visita. Compartieron abiertamente con Kham, mostrándole cuanto podían de ese mundo de sonidos que siendo colosales para mí, particularmente a mi hijo lo hacían renacer. Yendo más allá, este estilo artístico representaba la punta de un iceberg folklórico que se mantenía a la paciente espera de ser redescubierto.

Kham Lezanger se presentó en primer lugar como admirador de su arte poco común. Segundamente reveló su posición en la nobleza zansvrika, junto a sus intenciones de rescatar la corriente cultural perdida y que tanto lo estaba conquistando. Al indagar en sus orígenes, escuchar de primera fuente la historia sobre la fabricación de instrumentos, de la composición de melodías, de musas, Lezanger aprendió acerca de toda una gama de expresiones que habían sido opacadas a lo largo de los siglos, pero que seguían vivas entre aquellos que como a él, les interesaba rescatar.

—Mi padre quiere restituir los cargos de la administración zansvrika— me habló de regreso, dominado por una convicción poderosa —Elegir asesores que reemplacen a la corte, y trabajar de la mano con el señor de los cadáveres. Perfecto. Pero yo no dejaré que sigan mutilando el tesoro artístico a su antojo. Quiero ser parte activa en esta reconstrucción de Montemagno, dándole a estos movimientos la valorización que merecen.

Llegados a la casa del sol seguía poseído por sus ideas, lo primero que hizo fue conseguir que Daniel le diera atención inmediata.

—Primero pedías cambiar los himnos tradicionales por música anzenhandrika en tu investidura— le contestó el Zethee ante sus planteamientos —Ahora quieres oficializar esas canciones hippies como legado en la herencia cultural zansvrika, ¿Siquiera estás analizando las cosas?

—¿De qué depende que uno u otro estilo de música sea considerada tradicional?

—¡Yo lo sé!— intervine orgullosa —Eso lo define el arraigo histórico y su conexión con la identidad cultural. Suele reflejar las raíces artísticas de la sociedad. Radica en la historia, las costumbres, las creencias, las tradiciones, y su sentido de pertenencia.

Herencia Roja  | Libro 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora