Fui testigo de cómo Akie Zarina se desmoronó. Su cuerpo se había convertido en ceniza, su espíritu se esfumó delante de mí. No sé si de no haber tenido la ayuda de Adrián, alguna vez hubiéramos podido vencerla, pero haciendo las cosas a su modo lo conseguimos tan fácil que me costó aceptar que los asuntos con esa mujer habían terminado. Si bien no estuve de acuerdo con Daniel en que fuera a provocarla, fue una buena elección atenderla como prioridad. Al parecer nos habíamos librado por completo.
Pero la colaboración con Aris conllevó a escenarios que no habíamos previsto, como la postura de Lezanger, que, si bien teníamos claro que con justa razón no toleraba a Adrián, el vernos trabajar en conjunto con él lo hizo tomar nuevas decisiones. Cuando fui a buscar a mis hijos, me encontré con un Moisés serio, que con la mayor de las formalidades quiso coordinar una reunión con Daniel.
Ambos esperábamos al Zethee en uno de los aposentos, él se dirigió al bunker para autorizar a las tropas la reanudación de sus funciones. Ya que Kham no me dirigió la palabra, agarré valor con su compañía, aunque fuera silenciosa, para revisar las cartas que Aer me había estado enviando.
Yo mandaba a quemar las que llegaban a la casa. Pero si tomaba de ejemplo la iniciativa que tuvo Daniel para resolver viejos pendientes, al atender las misivas enviadas por Akie y cómo responderle conllevó a la erradicación del problema, quizás era hora de que yo también enfrentara el mío. Con Moisés cerca de mí, dedicándome no más que eventuales miradas furtivas, abrí sobre por sobre. Aer no era un espíritu errante como lo fue Akie Zarina, así que sus cartas eran todas diferentes, pero sí tenían un planteamiento común.
Cuando falleció Elizabeth, Daniel le preguntó a Aer sobre las probabilidades de que él, como genetista, estudiara el compuesto del alto a la muerte, a fin de intentar hallar la forma de sacar a Eli de ese estado. Para entonces, Aer le respondió responsablemente que no creía en una solución. Por eso le dimos sepultura.
En las cartas, Aer abrió la posibilidad. Se ofrecía a colaborar con los estudios, si es que aún estábamos dispuestos. A cambio, únicamente, de que se le dijera la verdad sobre el destino de Talynha y Don Sergey.
Me arrepentí de haberlo leído frente a Lezanger, pues las emociones me ganaron. Mi hijo se acercó a mí, apartando cualquier enojo.
—¿Son malas noticias?
—No.
—¿Por qué te pones así?
El Zethee ingresó a la cámara en ese momento, arrugó el gesto al verme, claro que reconoció las cartas que yo me había traído de su despacho.
—¿Qué tienes? —me preguntó.
—Lezanger quiere hablar contigo— apuré a decir, ambos me miraron —De esto conversaremos después, Kham pidió la reunión primero.
Daniel suspiró hondo.
—¿Qué pasa?
—Bien —aceptó Kham —Quiero saber si así serán las cosas ahora, ¿Ese psicópata podrá andar por todo Montemagno como se le antoje?
—Adrián tiene conocimientos sobre el mundo oscuro— respondí yo, apartando el otro tema de mi mente —Fui a verlo para que me asesorara.
—¡¿Cómo puedes confiar en él?!
—No lo hago.
—¡Claro que sí! Pusiste en sus manos las vidas de todos, pudo decirte lo que le diera la gana. Estás de su parte, ¡Los dos lo están!, ¿Cómo saber que ya no se han dejado llevar por su esquizofrenia?, ¿Dónde está su honor?, ¿Confiando en el peor traidor que pueda haber existido?
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Herencia Roja | Libro 13
VampireContinuación cronológica de Reverdecer Vampírico - Saga Crónicas Zansvrikas ♥ Sinopsis: La dinastía León se fortalece. Un nuevo comienzo emerge de las ruinas, soplan vientos buenos de transformación. Sombras del pasado regresan como peligrosas amena...