Capítulo 51

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Kham Lezanger Zrlaj

Se supone que con el regreso de Leohark tras su reunión con Aevë, mis hermanos y yo tendríamos una de nuestras juntas privadas para continuar con las planificaciones. Sin embargo, mis padres deciden estar presentes hoy, lo que es extraño tomando en cuenta que no intervendrían.

—Parece que no se alegran de que los acompañe —menciona mi papá, sirviendo sangre él mismo en las copas frente al lugar de cada uno, con excepción de Dakota.

—Tu presencia siempre es grata —responde mi hermana —De todos modos, seguramente Alejandro y Moisés coincidirán conmigo en lo imprevisto que resulta. Espero que tu confianza en nosotros para levantar el Festival de Cadáveres no esté flaqueando.

—Solo quiero asegurarme de que no pongan en riesgo su seguridad. Entiendo que tú, por ejemplo, quieres un encuentro con Mary Angelle. No solo lo veo innecesario, sino imprudente— habla con tono medianamente hostil, Dazha le sostiene la mirada —Ella no puede venir aquí por lo pronto, y tú en tu condición humana no cuentas todavía con el beneficio de las habilidades que te brindarían un escape afortunado si las cosas se complican. Lo que sea que necesites de ella puedes solicitarlo a través de tus hermanos o de un mensajero.

—Con todo el respeto hacia el criterio del Zethee— contradice con voz entregada, dulce y conciliadora pero firme —Mi intuición me indica que hablar con ella en persona es fundamental, inclusive por propósitos superiores al Festival de Cadáveres. Es tu voluntad que yo alcance un nivel de preparación que me permita guiar espiritualmente a quién lidere Montemagno...

—A futuro— le interrumpe. Bebe de su copa, el cristal reposa sobre una base de huesos humanos, una mano envuelve el cáliz.

—¿Significa eso que, a tu juicio, mi clarividencia actual no es apta? —responde con cierta rebeldía—No entiendo entonces por qué darme la responsabilidad de influir en las decisiones o movimientos del zrlaj y el krlaj.

—¿Tal vez si pudieras ser más clara en lo que necesitas? —pide mi mamá.

—Aevë necesita apoyo en su misión.

—¿De dónde sacas eso? —pregunto.

—Lo vi— me contesta con una ceja enarcada antes de volver a mirar a mis padres —El tipo de ayuda que necesita solo yo puedo dársela.

—Imposible.

—Entenderías mejor si te explicara, pero no podría hacerlo sin vulnerar la privacidad de Aevë —hace una pausa tras la que suaviza el tono, volviéndolo más persuasivo que autoritario al dirigirse a mis padres —Y yo necesito plantearle una propuesta que enriquecerá el Konsilum ruhaní. Los detalles los reservo para que el Zethee disfrute las sorpresas. Por añadidura, estar frente a ella contribuirá a resolver una premonición que no termina de formarse. Aevë podría ser un canal que me falta analizar para construir el augurio. Tengo predicciones intensas sobre el futuro de Montemagno, y hay información que se puede obtener a través de Aevë, pero no sé lo que es, así como ella tampoco podría conocer que tanta relevancia tienen estos datos en su memoria. Lo sabré cuando nos encontremos.

Mi hermana habla con una certeza por la que hasta yo me planteo darle la oportunidad de convencerme.

—Si son predicciones políticas, han de saber que Enevra Sinnis sigue vivo —dice el Zethee, mirándonos a todos —Cesó su pacto con ellos por un conflicto de intereses.

Dazha se pone de pie en seguida, dilata sus ojos y separa un poco sus labios, sorprendida ante algo que parece contemplar materializándose en la sala y que nosotros no vemos. A mí me ha hecho sobresaltar en mi silla. Ella mantiene sus manos apoyadas contra la mesa.

Herencia Roja  | Libro 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora