Herencia Roja | Libro 13

Capítulo 34

Sin importar cuanto pase, parte de mi rutina diaria es verificar si hay algún intento de contacto por parte de mi Ángel Krysna. Mientras tanto, por supuesto la vida fluye, porque esta no se detiene jamás estemos como estemos.

Hoy corresponde la reunión semanal en la que Daniel Zethee supervisa las tareas sobre las que nuestros hijos están a cargo. Durante el encuentro, este puede incorporar responsabilidades o cambiar algunas por otras. Esta mañana nos acompaña Diego.

—¿A qué te huelen las manos? —le pregunta a Dakota en cuanto ella llega, suele ser la más puntual.

Mi hija mira sus propios dedos, frotándose unos con otros.

—Estuve haciendo velas antes de venir.

Toma asiento junto a su padre, en torno a la mesa elíptica de mármol en la que estamos mi hermano, mi esposo, y yo. Mi hija viste hoy una prenda tejida a mano por una de las esclavas, negro, de mangas largas y falda corta, ceñido en la cintura. Tiene el cabello suelto, con una cinta oscura de seda que termina en un lazo. Carga consigo una agenda que ella misma decoró pintando las distintas fases lunares.

—¿Te has preguntado por qué los vampiros son tan supersticiosos? —suelta Diego, dirigiéndose esta vez al líder de la sociedad zansvrika —No digo que sus creencias sean en vano, yo también estoy convencido de aquello que he visto o vivido personalmente, pero me sigue llamando la atención. Tú que eres el más viejo, puedes dar testimonio de lo fuerte que ha sido la cultura espiritual para Montemagno desde que este existe, y si perdió popularidad fue gracias a ti.

—No por falta de fe —responde mi hombre —Como bien dices, la espiritualidad es un pilar importante de la herencia de los antiguos, en lo que no creí fue en los charlatanes que inventaban predicciones para perjudicar a mi familia.

—Pues, ni tan equivocados estaban —comento, apoyando los codos en la mesa e inclinando mi rostro sobre el puño que mis manos forman.

—Ese no es el punto —dice mi hermano.

Mi Zethee prosigue.

—Durante años indagué en mi futuro confiando en los talentos de una bruja verdadera, Harym, me parece que la conoces bien. Por mí, ella habría sido la sacerdotisa de la casa del sol, pero nunca lo quiso, y si tú no creyeras en la religión zansvrika no habrías participado de ninguna de nuestras ceremonias.

Diego alza las manos.

—No es el escepticismo de nadie lo que está en discusión, ni sobre quién tiene o no dones paranormales. Mi pregunta fue, ¿Por qué los vampiros creen en...? Llamémosle magia. Dazha no tuvo influencias directas como para que se sintiera atraída a eso —la observa— Aun así, ahí estás, fascinada por prácticas místicas a la que no acostumbra ninguno de nosotros.

—¿De qué están hablando? —Leohark Krlaj entra al salón, antes de buscar sitio se queda de pie detrás de mí y deja caer sus brazos por encima de mis hombros, reposando sus mejillas contra mi cara.

—Lo que mi hija hace...

—Yo le responderé —Dakota toma la mano de Daniel, apretándole brevemente —La fe en la magia es una característica básica de nuestra cultura. Cuando los primeros vampiros abandonaron la vida animal para tomar consciencia de su superioridad natural sobre el humano, fueron adorados como dioses, y lo eran en cierto modo. El cuerpo físico condicionado por la neoemia demanda sangre para subsistir, así mismo el alma del vampiro necesita sostén. El problema es que el vampiro proviene del hombre. Por tanto, arrastra algunos de sus defectos, entre ellos nutrir la carne ignorando el espíritu, uno que aunque no alimenten no puede morir. El hambre que este tiene se viste de curiosidad para buscar satisfacer sus necesidades, pero conforme nuestro organismo tiene capacidades sobrenaturales, potenciadas por el consumo de sangre, nuestra alma también cuenta con capacidades superiores a la humana, aprovechadas solo por quiénes reconocen que poseen tal poder. Los antiguos sabían que la espiritualidad tenía un impacto directo en sus vidas y en la de los demás, por eso crearon ritos, formaron sacerdotes, y construyeron caminos que los mantuvieran conectados a los fenómenos espirituales. Pero debemos ser conscientes de que no todos los caminos espirituales son verdaderos. La historia de la sociedad zansvrika está marcada por generaciones de siervos practicantes que han prometido el logro de dádivas, algunos intentaron conseguir sus propósitos personales con engaños, porque hasta carecían de las destrezas esotéricas para hacerlos posibles— mira a Daniel —Si los gemelos hubieran tenido un poder fuerte, con un hechizo te hubieran sacado del trono. La importancia de saber diferenciar la energía de quiénes la alimentan, radica en que no podemos poner nuestra fe en sacerdotes débiles. Hay vampiros que poseen desde el nacimiento una sensibilidad particular, pero el desarrollo con la práctica y el estudio es igual de importante, por eso los guías espirituales deben ser elegidos cuidadosamente, evaluados no solo por lo que digan que pueden hacer, sino que demuestren que lo hacen. Ahora, querido tío, por supuesto que sí tengo influencias directas. Mi abuela paterna fue una tarotista muy perspicaz, sus hábitos conforman el cincuenta por ciento de los míos, el resto lo complemento con cultos zansvrikos, adoptados del largo linaje que me antecede.

—¿Satisfecho? —pregunta mi esposo.

Mi hermano se relaja en su silla.

—Supongo...

Lezanger Zrlaj hace aparición, Leohark se sienta a mi lado. El último en unírsenos es el primero en romper el silencio súbito.

—Hoy traigo una propuesta para un nuevo festival.

—Qué curioso —replica Dakota —Yo también.

—Muéstrenme qué tienen —pide mi Zethee.

Mi hija se adelanta a hablar entretanto Moisés todavía busca en la agenda que trajo.

—Creo que es tiempo de retomar el festival de cadáveres.

—¿Qué? —a Kham se le congelan los dedos entre las hojas que rebusca, todo él se paraliza mirando fijo a su hermana.

—Me gustan tus ferias folklóricas, pero los vampiros no se recrean solo con música, y los juegos macabros son un evento histórico que no puede seguir perdiéndose.

—¿Tienes idea de lo que dices? —Moisés cierra su cuaderno de un golpe —¿Quieres entretenerte con desmembramientos?

—¿Tiene algo de malo?— ella arquea una ceja, muy seria —Los vampiros asesinan a diario. Quiénes se plazcan de torturar, lo siguen haciendo en cualquier parte mientras Montemagno pierde una buena oportunidad de ingresos y olvida las tradiciones —voltea hacia Daniel —Comprendo que se haya suspendido en respeto a la memoria de los miembros de la corte antigua y por la falta de recursos, pero es tiempo de una nueva edición.

—Dazha Zarém —Lezanger se inclina sobre la mesa— En esa mierda sacrificaban mujeres.

—¿Son menos valiosas que los hombres? —relaja los hombros y se apoya contra su orilla.

—¡Mujeres elegidas a dedo por su belleza para complacer a los sádicos que disfrutaban mutilarlas hasta morir!

—¿Y qué? Yo también escogería ejemplares hermosos, ¿Quién pagaría por ver un show de tintes fetichistas si involucra modelos que no le atraigan suficiente?

Moisés me mira boquiabierto, alzando su mano derecha en un gesto anonadado. Intervengo en el debate.

—Yo solía tener mucha curiosidad por el festival —miro a Dakota —Cambié de opinión cuando fui parte de él.

—Lezanger —habla mi esposo —Sabes que el festival de cadáveres solo ha estado suspendido por temporada.

—¿Lo reanudarás solo porque ella te lo pide?

—Debemos evaluar si estamos en condiciones de poder celebrarlo.

—No puedo creerlo —Kham se levanta de la silla —¡Sabes lo que pienso al respecto! —acusa a Dazha.

—Y te lo acepto, pero tú también acepta que negarles a los vampiros un placer que forma parte de su identidad es un riesgo, porque un rey debe satisfacer todas las necesidades de su sociedad— habla sin incorporarse, pero alzando el rostro lo suficientemente firme —Quieres demostrar piedad, pero los demás no la tendrán con nosotros cuando juzguen la forma en que administramos Montemagno. Cualquiera adora más su propia calidad de vida que a sus líderes, en consecuencia, solo amarán y respaldarán a aquel con el que lo tengan todo.

—¿Vale más para ti el poder que vidas inocentes?

—¿Valen más para ti las vidas humanas ajenas que las nuestras? Si el problema es la elección del sacrificio, podemos negociar. Arcángel parece tener astucia para juzgar a la gente, o al menos predilección. Con autorización de mi padre y de mi tío, podríamos pedirle apoyo para que con su asesoría, colectemos personas que por la razón que sea merezcan ser castigadas, si lo que te molesta es eso.

—Estás loca —declara Kham, apartándose.

Alejandro se levanta e intenta detenerle con indulgente paciencia, pero su hermano le sacude el brazo antes de desaparecer. Me levanto para buscarlo, Diego se ofrece a hacerlo por mí.

—Déjame ir yo —pide haciendo un mohín facial —Creí que tenías un corazón más noble —le dice a mi hija.

—Lo tengo con quienes se lo merecen, con los que lo necesitan, con los que amo, y con los buenos vampiros, así como tengo la suficiente sensatez de reconocer lo que es necesario para defender nuestros intereses, y honrar el trabajo de mi padre, comprometiéndome a conservar la posición que nos dio— exhala con suavidad —Eso no es maldad. Tío, ayúdanos a que Kham Lezanger también lo comprenda.