One Shots Chrischel

Multiple One Shot: ¿Y si hubiera sido así? pt.1

Rachel.

—Ese maldito hijo de puta no está muerto —el recuerdo de sus palabras sigue intacto en mi mente—, ¡¿Porque coño lo dejaron vivo?!, ¡¿Dónde está?!

—En las cloacas rusas... Es imposible salir de ahí, señor, no se sale con vida. Es imposible...

—Tienen que darle de baja antes de que Rachel se entere o recupere la memoria.

Y entonces entendí a quien se refería... A mi marido.

Con todo el dolor de mi alma, levanto a Damon, no tiene la culpa de nada, pero tampoco mi hijo. Le tome aprecio a el, pero nada es más importante que los míos.

Estoy sola en esto, pero es lo que toca. Salgo de la mansión por un sótano con salida, voy por un auto y pongo a el niño en el asiento trasero. Aceleró a la bodega a las afueras de la ciudad y lo dejo en una cama un tanto parecida a la que tiene en la mansión.

Mi moral la apagó y dejo caer los paneles de cristal blindado a su al rededor. El sistema de seguridad se activa y salgo.

Ahora sí, tomo el teléfono y marco.

—Amore, ¿A qué se debe está llamada? —contesta en seguida.

—Tengo a tu hijo —mi voz toma un tono helado—. Pensaste que podías engañarme, ¿No? —el silencio es enorme—. Ahora las reglas las pondré yo, y la primera es que de ahora en adelante mando yo. Y lo primero que vas a hacer es la cura de mi hijo.

—¿De que...?

—La cura del Hasse, Antoni, no te hagas el idiota ahora. Tienes un mínimo de una semana para entregarmela, de otra manera, prepárate para recibir a tu hijo en pedacitos. Para mayor motivación, el veneno comenzará a circular por la sangre de Damon mañana a primera hora.

Corto la llamada.

Activo el dispositivo que evita las señales externas, de esa forma no me va a encontrar. Y tampoco va a encontrar a su hijo.

En la celda de cristal hay comida y agua, lo suficiente para que Damon sobreviva sin que tenga que acceder yo a ella.

Voy rezando sin parar.

Vuelvo a abordar el auto y voy a el helipuerto. Desde hace dos días que recupere la memoria después de la conversación que escuché por accidente no he parado de buscar y amenazar. Y ahora se el punto exacto dónde está mi marido.

Los latidos de mi corazón se escuchan en mis propios oídos. Las horas pasan y pasan... Se vuelven interminables.

Pero llegó hasta la selva donde se hallan las fosas rusas. Se que no hay seguridad aquí. Cómo dijo el halcón, es imposible que nadie salga... Sin ayuda.

Aterrizó cerca de la número 077. Es de noche, y probablemente cuando llegue abajo, comience a amanecer. Así que tengo que darme prisa.

Ató la cuerda de seiscientos metros a un árbol cercano, acomodo el arnés en mi cuerpo, tomo los guantes para no quemarme las manos, y comienzo a bajar.

412m bajo tierra... Aquí está mi marido.

Siguen siendo horas en las que me cuestionó si si estoy haciendo lo mejor... Pero esto es por ambos. Estoy molesta con el, no debía ocultarme lo de mi hermana, pero... Por otro lado lo entiendo. Me conoce y me conozco... Haber sabido que Emma estaba secuestrada me hubiera distraído más de lo que ya estaba.

Y a él lo único que le importaba era protegernos.

Así que mis sentimientos son contradictorios.

Mis pensamientos se cortan cuando mis pies tocan tierra.