Omnisciente.
—Dile a la Teniente Morgan cuando llegue que la quiero en mi oficina —le ordena el coronel al guardia cuando llega a el comando.
Se tuvo que retirar del hospital, ya que había llegado el cargamento de armas que se solicito hace no más de siete días, y el era el encargado de recibirlo.
Lo prueba y confirma que todo está en perfectas condiciones. Se retira poco después a su oficina, revisa el progreso de ciertas misiones, pasan dos horas. Tres.
Rachel no llega.
Una llamada de la teniente lo hace fruncir el ceño, pues era obvio que estaba molesta y sus ganas de hablarle eran nulas.
Pero antes de responder, la llamada se corta.
...
Por otro lado, la teniente, herida, busca a su hija en las camionetas vacías y llenas de balas. Solloza hervida en furia y dolor. No está.
Se han llevado a su hija. Y no sabe cómo, pero todos se han escabullido.
De alguna forma en segundos desaparecieron... Y tampoco tiene ni idea de cómo le quitaron a su hija de los brazos si en ningún momento la soltó.
Mira a los escoltas caídos. Está sola. Sin su hija y sola.
Su teléfono voló a algún lado y...
Una camioneta explota.
Apenas y se alcanza a refugiar antes de que las otras hagan lo mismo. Siente la sangre caliente en la cara, las manos las tiene lastimadas y las rodillas también le sangran.
Se pone de pie con dificultad y toma un camino. Llega a el comando, agotada, con el dolor incrementado por segundos. Pero a ella lo único que le importa es llegar a su marido.
Respira hondo antes de acercarse a la entrada, le abren la puesta después de colocar la placa frente a la cámara, todos alarmados al verla así.
Ignora las preguntas y avanza, ahora con ayuda a la oficina de el coronel.
Más lágrimas comienzan a caer al verlo, interrumpió una reunión, pero a él no le importa al verla así.
—Todos fuera.
Le teniente se desploma, sintiendo el aire escasear.
—Se llevaron a mi hija —solloza.
Las palabras abren una grieta dentro del coronel. Escucha sus propios latidos, siente que le comprimen el corazón...
Se levanta por su esposa, la cuál no sabe ya ni que pasa. La deja en el sofá que hay a un lado y la revisa, colocando el inhalador en su boca.
La deja en el lugar, moviéndose por su computadora y accediendo a el rastreador que le coloco a su hija desde que nació. Ya sabe dónde está.
...
La mas pequeña de los Morgan mira desde una esquina a los dos hombres que no le despegan la mirada de encima. Las lágrimas secas yacen en sus mejillas, el miedo suplantado por rabia. Su mente rememorando sus prácticas con su padre.
—Tengo hambre —habla con un fingido tono de reproche.
—¿Te felicito? —si, no se van a mover.
—Dije que tengo hambre —se levanta.
—Te voy a dar de tragar tu propia carne si no te sientas y te callas.
La ignoran otros veinte minutos, hasta que ella se acerca, molesta.
—¡Tengo hambre! —le grita.
—¿Quien te crees para hablarme así? —se inclina. Y es lo que la niña aprovecha.
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
