Christopher.
—¿Que tal le va a el gran Ministro? —inquiero, dejando ver mi rostro. Ambos palidecen, lo que desata mi sonrisa—. No, señores Lewis, las entrevistas que salieron no son mentira.
—P-pero tu...
—¿Estaba muerto? —le doy una sonrisa irónica—. Pues no, heme aquí, con más poder y más fuerza que antes —me pongo de pie, apoyando las manos en la mesa—. Díganme en la cara que fuí yo quien bombardeo la base militar en que Miles de soldados fueron dados de baja.
Buscan algún indicio de camaras en mi o algún aparato en mi ropa.
Tontos no son. Lastima que Patrick no los puso ahí.
No lo encuentran, claro.
—No soy ningún cobarde que arroja la piedra y esconde la mano, si lo hubiera hecho, sabes que hubiera hecho de todo para que lo transmitieran en vivo y directo...
—El que no lo hayas hecho no significa que no seas un puto asesino.
—Nunca lo he negado, de hecho, todos aquí lo saben. Christopher Morgan es, fue y será siempre un asesino.
—¿Que haces aquí? —se atreve a preguntar la idiota que se ha soltado del agarre que mantenía en Bratt.
—¿No se los han notificado?, Permítanme ser quien se los diga —otra sonrisa—. Acaban de ser revocados de sus puestos.
Disfruto la reacción de ambos. Palidecen y Gema retrocede como si le hubiera dado una bofetada.
—Eso es imposible, nosotros somos los que...
—¿Mandan? —chasqueo la lengua—. No es así, son tan tontos que no pensaron que al tomar el poder a la fuerza y a base de mentiras les iba a traer serios problemas. Sin contar que todos los demás ministros han estado de acuerdo en que se me regrese lo que gane limpiamente.
—¡No ganaste una mierda!, Aquí...
—Si no mal recuerdo, en las elecciones gane yo y no fue matando a los demás candidatos —no dejo que termine de hablar—. Escogieron a su viceministro después de descubrir que estaba con la mafia rusa... Se han robado el mérito de otros cono si un dulce se tratase y resulta que ya me cansé. Después de que se revelarán las grabaciones donde el gran ministros liberará al mafioso más peligroso de la década, me reuní con los demás ministros, todos y sin excepción. Después de que un soldado revelará que el hizo el atentado a la base militar bajo órdenes de Gema Lancaster y Bratt Lewis... Fue ahí donde se decidió que yo soy quien dirigirá esto. Y ustedes... Bueno, serán recompensados con 70 años de cárcel.
Esas son las palabras que hacen que Patrick corte la grabación.
—Eso es mucho tiempo para tan poco...
—¿90 es más justo para ti? —elevo la comisura—. Bien, que sean 90.
—Es ilegal eso.
—En realidad, lo es —me encojo de hombros—. Pero pregúntame si me importa. 90 años y sin derecho a juicio, penalización o un abogado.
—Hagas lo que hagas, no nos vas a quitar la satisfacción de haberte debilitado o de que por nuestra causa, perdiste a tus hijos y a tu mujer, o, ¿Es que aún no sabes que esa idiota está con Antoni buscando a tus hijos...?, Posiblemente ya hasta los encontró y los mato.
Intenta burlarse, pero su sonrisa desaparece cuando yo me río abiertamente.
—Ay, Gema, me sigo preguntando porque te cogí. Eres tan estúpida —rwlajo mi postura, volviendo a sentarme—. No me debilitaron, al contrario, me orillaron a sacar la peor versión de mi. No perdí ni a mis hijos ni a mi mujer. Y no, definitivamente mi mujer no está con Antoni —subo los pies a la mesa, pateando el marco de ellos dos el día de su boda—. Rachel estuvo con el, si, ¿Amnesia?, Si, por eso. Recibió un buen golpe que la hizo perder la memoria, pero eso no iba a durar para toda la vida, por supuesto. No la jodieron y no me jodieron, porque ella está en casa cuidando de dos niños muy sanos, a pesar de que por culpa de la primera dama casi se mueren, no lo hicieron. Y no te pregunto, que los vas a conocer en los periódicos que se mandan a las celdas de Iron Walls —presiono el botón que atrae a los guardias—. Que sean transladados a Iron Walls lo antes posible, están ansiosos por estar ahí.
...
—¿No ha salido? —inquiero al ver a Reece y Regina con los mellizos, pero no hay rastro de su madre.
—Ay, hola, muñequito, estamos bien, excelente...
—Dejáte de pendejadas y responde.
Bufa.
—No, Christopher, no ha salido, vino a ver a los mellizos varias veces, pero no sé queda.
Suspiro. Los dejo ahí y voy a la habitación, dónde encuentro lo que me suponía. A Rachel hecha un ovillo entre las sábanas desarregladas.
Está quieta, pero se que está despierta y sabe que estoy aquí.
—Rachel...
—Lo último que quiero ver ahorita es tu cara, Morgan, así que vete y déjame en paz —esta loca si cree que no voy a follar hoy.
—No entiendo porque carajos estás molesta, Reece ya te explico...
—¡Estoy molesta porque viví un embarazo de mierda creyendo que estaba muerto!, ¡Y tú lo sabías!, ¿Porque no me lo dijiste? —sus ojos me observan repletos de lágrimas, haciendo que estos se vean más claros.
—Porque no tenía que hacerlo, ni siquiera era el momento, si te lo hubiera dicho la habrías pasado peor, y lo sabes, sabes que lo hubieras buscado y de todas maneras el maldito embarazo ya era de riesgo, las emociones fuertes no hacían más que empeorar las cosas. Lo sabes —recalco.
—Si me hubieras dado razones, yo no lo habría buscado, Christopher, y quizá habría disfrutado más de el embarazo.
—No, no me hubieras hecho caso, porque nunca lo haces, sin importar las razones o no, lo habrías hecho, te conozco y te conoces, así que deja la pataleta. Si están aquí es porque se están acabando las amenazas y es Reece quien se hará cargo de Owen de ahora en adelante.
—Pataleta —bufa y ríe sin humor—. A ti te hubiera encantado que te ocultaran que la persona que aprendiste a ver cómo un padre no murió, eso es seguro, ¿Cierto?, Hubieras estado de lo más tranquilo con la noticia de que la persona que te sostuvo mientras estabas vuelto mierda no había muerto como te hicieron creer —sacude la cabeza—. Cómo puedes ver, ganas de hablar, no tengo, cómo tampoco ganas de verte o ver a otra persona que no sean mis hijos, puedes irte a una habitación de huéspedes o...
—Estás mal si crees que no voy a dormir aquí.
—Si ese es el problema... —se pone de pie, noto que trae solo un short de pijama y una blusa escotada que me da una buena vista de sus senos redondos y perfectos.
La observó moverse a el armario y comenzar a sacar cosas, ropa... Frunzo el ceño. Ella toma un camisón, una bata y unas bragas, regresa y coge unas cosas del tocador y es cuando parece apunto de salir. Me interpongo entre ella y la puerta, cruzando los brazos.
—Deja de comportarte como una niña, tienes 26 años ya —mascullo, comenzando a quitarle las cosas que trae en los brazos, pero ella los aferra.
—Ya dije que no quiero ver a nadie que no sean mis hijos, no me importar verme como una niña, lo que quiero es que me dejes ir ya.
—No vas a irte a otro lado.
—Voy a estar en una habitación de abajo, no me voy a ir a otro lado —el sarcasmo es obvio.
Sujeto su mentón y ella comienza a pelear para safarse. Sus brazos se aflojan y dejan caer la ropa. Estrelló mis labios contra los de ella, y aunque se resiste al principio, eso cambia a los segundos, dónde sus labios comienzan a moverse contra los míos.
—Metete en la cabeza que el único lugar donde vas a dormir es a mi lado —rompo la camisilla que usaba—. Y que si oculte lo de Reece y Regina fue por tu propio bien.
Va a protestar, pero no la dejo, hundo las manos en el cabello azabache y la pego a mi hasta que la dejo sin aire. Jadea en busca del mismo, la llevo contra la cama, en dónde le reitero que pertenece junto a mí una y otra vez.
Hiiiiiiiiiis.
Cómo andamos hoy?
4to día de depresión pq no hay boleto del William.😔
Equis, dos partes más y baaaais. 👀
El siguiente es sobre Rachel y Emma, Emma después del secuestro, así qqqqq, ojito.
Las tqm mucho. 💙
Es todo por hoy.
Bais. 💙
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
