One Shots Chrischel

Ejerciendo el rol de papá.🩶💙|| ESPECIAL 100K

Milenka.

—Mami —susurro, moviendo su brazo con algo de brusquedad.

No reacciona.

Frunzo el ceño, moviéndoselo más fuerte y con menos cuidado.

Abre los ojos de golpe, levantándose hasta quedar sentada en la cama. Mira a todos lados desorientada, hasta enfocarme.

—Mi vida —susurra de vuelta—, ¿Que haces despierta?

—Es que necesito hablar contigo —me cruzo de brazos.

Suelta un bostezo, viendo a su lado. El cabezota duerme como si no lo hubiera hecho nunca, haciéndome fruncir el sueño.

Duerme como si no debiera nada.

Se remueve, antes de acercarse a mamá y pasar su brazos alrededor de ella. No me pierdo la sonrisa que se le forma a mi mamá.

—Mamá, necesito hablar contigo.

—¿Si? —otro bostezo—, ¿De que quieres hablar conmigo, amor?, ¿Quieres que te ayude en algo?

Asiento, frunciendo los labios.

—Milenka, lárgate a tu habitación —masculla entre dientes y medio dormido el cabezota.

—No le hagas caso, princesa, ¿A qué quieres que te ayude? —se talla los ojos.

—No quiero decírtelo con ese señor presente —enredo mejor mis brazos alrededor de mi. Tengo frío.

—Está bien —asiente—. Mi amor, suéltame —hace lo mismo que hace con Owen cuando lo quiere dormir.

Sus manos lo peinan, ¿Yo que sé?, pero solo se escucha un quejido de parte de mi papá.

—No. Que se largue a dormir. Tu y yo lo estábamos haciendo muy bien.

No sé por qué a mí mamá se le pone roja la cara.

—¡Christopher! —sisea, intentando empujar su brazo—. Quítate, mi hija quiere hablar conmigo.

—Yo quiero que te quedes. Soy tu marido, tengo más prioridad que esa mocosa mal geniada.

Abre la boca, ofendida. Hago lo mismo.

—¡No es ninguna mocosa! —lo regaña—, ¡Es una niña tierna dulce y preciosa!, aprende a respetar.

Lo pellizca y se logra soltar.

Baja de la cama, acomodándose una bata sobre su pijama, ¿No le dará frío con esa cosa?, yo creo que si.

Estiró las manos para que me cargue, complacida, veo como se inclina hacia a mi.

Mi papá se queda mirándome mal, pero le enseño una sonrisa que espero le diga que a mí tampoco me cae bien.

Y aún así, de entre los dos, soy la favorita de mamá.

—¿Quieres un poco de leche tibia, mi cielo?

Arrugó la nariz. ¿Por qué mi mamá es tan cariñosa?, me gusta, pero al mismo tiempo no me gusta.

—Bueno —me encojo de hombros.

Baja las escaleras con cuidado, dirigiéndonos a la cocina. Me sienta sobre la barra de desayuno y se mueve a la nevera por la leche. La coloca en una cosa de metal antes de poner esa cosa de metal sobre la estufa.

—¿Y bien, mi vida? —se acerca a mi—, ¿Qué paso?, ¿De que quieres hablar conmigo?

Frunzo los labios, soltando un bufido.

—Me aburro sola, mami —hablo bajo—. Owen no juega conmigo y mi madrina solo va a venir si le doy una vaca.

Frunce el ceño, revisa la leche y la sirve en un vaso que pronto me acerca.