Christopher.
Por alguna razón, me emociona tenerla en mi casa la mayor parte del día. Me gusta pasar tiempo con ella, lo contrario a todo lo que soy.
Aunque los ratos con ella se van cuando me incorporan, que es a los dos días. Tengo tareas a todas las jodidas horas, después vienen los días de campamento con Gauna, así que si antes, al menos la veía dos minutos cuando llegaba de la central, ahora no lo hago ni eso.
Me genera cierto desazón.
Ya estaba acostumbrado a sus recibidas peculiares.
Suspiro, pellizcandome el puente de la nariz para centrarme. No la veo desde hace tres meses y parece que ahora no puedo dejar de pensar en ella.
Sigo las indicaciones y después las doy, así se van los meses, hasta que pasa el año y cuando regreso, es con el título de capitán.
Supero a todos y levanto mi nombre, al igual que lo limpio de una excelente manera. Así que regreso a la central con el mentón en alto, ya no siendo el criminal que todos miraban con desprecio, si no siendo admirado y respetado.
Pero eso no me importa... No cuando no encuentro sus ojos brillantes y tan azules como el océano entre los soldados que se forman para recibirme y recibir a los otros soldados.
Me trago el regusto amargo en mi garganta y avanzo hasta la oficina del coronel para rendir el informe de la misión que acabamos de terminar, como lo indico Gauna.
Explico todo y las soluciones, lo que conseguimos y de más, estoy ahí una hora y casi otro tanto de la otra hasta que da el visto bueno, me felicita y también a los soldados que no están presentes, entonces me puedo ir.
Hoy ya no tengo nada que hacer, así que me voy al pent-house, con la maldita esperanza de verla, por qué parece necesidad, pero cuando llegó... Todo está en silencio y las luces apagadas. Bufo. Solo falta que se haya ido.
Tiro la maleta en el recibidor, avanzando a la cocina, buscando un vaso de a...
—¡Bienvenido, capitán! —alguien brinca a mi espalda, obligándome a sujetarla antes de que se caiga—. ¿Cómo estás?
—Estaba excelente antes de que una loca me brincara como araña a la espalda.
—Seguro que me extrañaste y ahorita te andas quejando —me da un beso en la mejilla... O esa es su intención.
Volteo la cara para verla, y es justo cuando aterriza los labios en los míos. Abre los ojos de golpe, bajandose con las mejillas encendidas.
—Si querías un beso, me lo hubieras pedido —me le burló.
Ella se lleva las manos a la cara.
—No iba con esa intención —murmura, me ve a través de sus ojos cuando me acerco—. Perdón... Yo...
—¿Por qué no fuiste a la central hoy? —elevo su mentón.
—Me dieron el día... Ya sabes, esas cosas raras que pasan —se encoge de hombros.
Examinó bien su rostro.
—¿Desde cuándo te maquillas? —se ve preciosa, pero no recordaba que lo hiciera antes.
—Este... No sé —echa la cabeza para atrás, pero no la suelto.
Paso la yema del pulgar por su mejilla, dónde tiene rubor, pero el mismo se desvanece en seguida, dejándome ver un golpe. Un maldito golpe.
Pasa saliva, cerrando los ojos antes de intentar retroceder de nuevo.
—¿Debo preguntar quién fue? —murmuro, revisando bien.
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One Shots Chrischel
FanficPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍