Rachel.
«No puede estar muerto»
Mi marido no está muerto. No puede estarlo.
Necesito a mis hijos.
Esto no estaría pasando si le hubiera hecho caso a mi marido. Si hubiera ido con ellos y hubiera escapado... No estaría escapando de la ley y tampoco...
El pecho me duele, tanto como la cabeza. Siento la respiración acelerada y abro los ojos con miedo.
Me toma varios segundos notar en dónde estoy.
Las paredes. Las fotos.
¿Cómo llegué aquí?
Siento la garganta seca. Esto parece mi departamento. Mi maldito departamento antes de que Phillippe lo explotará. Cuando se remodeló el color cambio a un gris oscuro.
Siento que se me corta la respiración y tengo que levantarme a buscar un maldito inhalador, pero no hay nada. Todo está vacío. Me detengo frente al espejo, examinando los golpes que hay en mi rostro. Hay un corte en mi frente y tengo varios moretones en varias partes de mi cara. Al igual que en mis muñecas.
Joder.
—... ¡Tengo un sartén de teflón! —grita una voz fuera—, ¡Quien sea que este ahí adentro salga de una vez antes de que llame a la policía!
¿Esa es Lulú?
Miro de nuevo a mi alrededor. Capto el teléfono en el buró al lado de la cama.
¿Lo soñé?
No, no estaría lastimada de no ser así.
Me acerco al teléfono presa del pánico.
No tiene batería.
Maldita sea.
Volteo cajones, buscando un maldito cargador. Gracias a dios, si encuentro uno.
Conecto el aparato, presionando el botón de encendido. La puerta se abre de una patada y me doy la vuelta, mirando a Lulú con los ojos jodidamente abiertos.
Tiene un sartén en alto, el mismo baja lentamente mientras sus ojos me reconocen.
—¿R-Rachel?
El teléfono enciende, y me puedo ver muy grosera y todo, pero... Me doy la vuelta de nuevo, accediendo al jodido aparato. Me meto a mensajes, existe un chat con Christopher, pero no hay mucho. Solo cuatro imágenes.
Tengo un anillo en el dedo y él me está dando un beso en la mandíbula, otra es de él y yo en nuestra boda. La otra es una foto de mis bebés sonriendo. La última soy yo de rodillas frente a su cuerpo inerte.
Tres chats más, pero solo uno tiene un mensaje. Los demás son números no registrados. Y el chat que tiene un mensaje está registrado con un punto.
Abro el mensaje, con el corazón acelerado.
«Jugar con el destino es peligroso, sin embargo, te doy la oportunidad de hacer del universo un papel. Puedes mover cualquier cosa a tu favor para evitar ese trágico final».
Apenas terminó de leer, el mensaje se desvanece como si fuera una jodida ilusión óptica.
—¿Que día es hoy? —susurro.
—¿Rachel? —la pobre se escucha consternada.
—¿Que día es hoy? —repito más fuerte.
—Doce de febrero...
Me llevo las manos a la cabeza.
—Me estoy volviendo loca —susurro—. Esto no puede estar pasándome.
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
