One Shots Chrischel

𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒔𝒂𝒚 𝒚𝒆𝒔 | pt 2

Christopher.

El pasar de los meses se hace en un abrir y cerrar de ojos. Mi mujer está resguardada, su vientre crece más y más a cada día que pasa y yo sigo sin saber cómo coño es que en unas semanas voy a ser padre.

No me puedo imaginar otra situación, pero tampoco puedo imaginarme a mi con un niño recién nacido...

Rachel es otra que me ha sorprendido con creces, Regina siempre dijo que se sacrifican por el bien de otros, pero ella está muy enfocada en cuidar de nuestro hijo.

Podría decir que al principio de esto las cosas estaban tensas, mucho. Follábamos, me iba, regresaba, era medio cariñosa conmigo y después otra vez todo estaba tenso y había que andar con cuidado al rededor de ella o viceversa.

No me perdonaba el haber andado con Ángela y yo no le perdonaba que hubiera estado a nada de casarse con Bratt y encima, dejar que criará a mi hijo.

Pero las cosas ya están mejor, puedo decirlo con seguridad.

Toda la situación termino por qué un día llegué y la escuché hablándole a su vientre. Le iba a decir que no en el altar. Y afirmó que ya comprendió por qué hice lo que hice.

Fingí no haber escuchado nada, me salí y entre por la puerta principal. Fue la primera vez en dos meses que ninguno sintió la tensión. Y a partir de ahí, todo va jodidamente bien.

Viajo todos los fines de semana con ella, estoy una semana completa en la casa y la otra me voy a cumplir con mis deberes. Es agotador viajar tantas horas cada fin de semana, pero vale la pena cuando la encuentro en la casa. Dormida. Despierta. Duchándose. Cocinando...

Su vientre crecido, algunas veces mostrando los leves o bruscos movimientos de mi hijo, descalza y con un moño despeinado... Joder. Aún no sé explicar que es lo que siento cuando la veo así, pero mentiría si no se siente bien.

Y solo ansiaba el momento en que dejara de esconderse para presumirla ante todos.

Solo ansiaba este momento.

Hoy, doy fin a la pirámide. Todas las cabecillas de las mafias que la conformaban están muertas. Las bóvedas de HACOC, nuevas drogas, antiguas; destruidas.

Pero... Ahora que no tiene motivo para esconderse, no quiero que la vean. La quiero tener solo conmigo.

Para mí desgracia, tenía un trato con Rick James. No jodía con querer verla mientras cazaba a los cabecillas. Cuando terminará con ellos, ella regresaba a su vida normal.

La verdad, me importa una mierda el trato, pero ella sigue teniendo contacto con su familia y amigos, así que es más que obvio que le van a decir o le están diciendo que ya no hay riesgos, así que... Solo queda que ella decida si se queda en la casa o ambos nos vamos a Londres.

Sé que va a pasar una vez este allá. Su madre va a salir con la pendejada de que se vayan a Phoenix, que me deje, que ella sola puede con mi hijo. Y no lo voy a permitir.

Abordo el helicóptero, terminando la llamada que me confirma que ya está listo todo lo que necesito para lo que voy a hacer.

✧˖*°࿐

Horas después estoy bajando del helicóptero, es de noche y estoy más que seguro que mi mujer está dormida. Siempre aterrizó algo lejos para que no escuché que llegue. Me toca conducir siempre, pero vale la pena cuando veo su reacción al ver que llegue.

La camioneta siempre está aquí, así que subo a ella, acelerando a la casa.

Las puertas se abren en automático cuando me acerco a las mismas, adentro la camioneta y la dejo en el camino hacia el estacionamiento en la parte de atrás. Bajo de la misma, avanzando a la puerta y abriendo con mi huella, dejo el equipaje en la entrada y avanzo a nuestra habitación.