Christopher.
Siento que las manos me tiemblan cuando abró la caja que llegó anónimamente a el penthouse hoy.
Mi garganta es obstruida por un nudo cuando reparo en las extremidades que hay dentro.
Además de que hay un USB en la misma.
Señor Morgan.
La pongo en el ordenador y siento la primer lágrima bajar cuando una imagen aparece en la pantalla.
Mi mujer sostiene contra ella dos cuerpos pequeños, aunque es obvio que ambos son cuerpos sin vida.
Está llorando, tiene las muñecas rojas y encadenadas, está sucia, el cabello le cubre la cara, su cuerpo se sacude con fuerza...
Me la jodieron.
Jodieron a mi mujer.
Y me jodieron a mi.
—¿Que pasa, principessa?, Sabías que esos bastardos solo nos estorbarían ahora que te posicionaras a mi lado en la pirámide.
—¡Vete a la mierda!, ¡Primero me matas! —grita sin dejar de llorar, pegando más a nuestros hijos contra ella.
—Alí, por favor —la mano derecha de ese hijo de puta se acerca a ella.
—¡Sueltalos!, ¡No los toques! —grita, desgarrandome el pecho en el proceso—, ¡Déjenlos!, ¡No les hagan nada!, ¡Son niños!, ¡Están muertos, dejen...! —hay un grito que parece desgarrarle la garganta.
Su rostro es salpicado de sangre y es donde baja la próxima lágrima que desencadena las otras.
Corto el vídeo cuando me asquea, no se que hacer... No sé que hacer.
Cubro mi rostro, sintiéndolo húmedo. Mis hijos. Mi mujer. Mi mundo.
Todo se me derrumba y me hace colapsar en el salón donde antes mi mujer me esperaba después de cada día de trabajo, en este mismo salón donde supe el sexo de mis hijos. Los cuales están ahora en una caja de cristal polarizado.
Me rompo y no sé si podré recuperarme.
Me arde el pecho, la respiración me flaquea y ni siquiera escucho el elevador abrirse en mi piso.
Creo que incluso sollozo y no me molesto en intentar acallar los sonidos. Nada me importa. Mis hijos muertos, mi mujer en algún lugar del mundo sufriendo, quizá hasta siendo torturada. Las putas investigaciones no avanzan...
—¿Que paso? —descubro mi rostro para ver a Alex con Sarah, estáticos frente a mi.
La mirada está en mis ojos y baja lentamente a la caja frente a mi.
—¿Que es eso, Christopher? —pregunta Sarah con la voz temblorosa.
No respondo, no intento ocultar como mi cuerpo se sacude sin poder evitarlo, ni siquiera el sollozo que se atasca en mi garganta cuando intento hablar.
Alex se acerca con lentitud a la caja, cubro mi rostro de nuevo, entonces escucho el grito de Sarah.
—No... —ni siquiera sé si puedo decir algo en estos momentos.
—No son ellos, ¿Verdad? —intenta Alex y medio giro el ordenador para que vea.
Sarah aparta la mirada y se sienta a mi lado, abrazándome con fuerza mientras ella también llora, solloza. No me importa si me juzgan por verme débil, porque, quizá los Morgan no somos capaces de sentirnos débiles, pero esta vez, siento que lo soy.
—¡Suéltame!, ¡No me toques!, ¡Por favor!, No me toques..., ¡Corta eso!, ¡Antoni...! —eso me hace elevar la mirada.
Alex aparta su mirada al ver lo que voy a preguntar y asiente.
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍