Primer navidad en familia. 🎄🎁

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Rachel.

—Rachel, te estás echando toda la tienda ahí —miro el carrito. Bueno, los carritos.

Miro los estantes... Y a unas cuantas mujeres que me miran mal.

—No seas mentiroso, Christopher, ahí todavía quedan juguetes.

—Agotaste algunos.

—¿Y que?, voy a pagar por ellos, no es como si me los estuviera robando.

—Tus hijos van a dejar botado todo a penas se les pase la emoción por juguetes nuevos.

—¿Y como no?, si te la pasas comprándoles juguetes.

—Yo no les compro nada.

—Mira, Morgan, mis bebés no han recibido un juguete digno de ellos, un juguete bonito y un juguete que mamá no les ha podido regalar desde que nacieron, si quiero comprar la puta tienda para ellos, lo voy a hacer. Se lo merecen.

Rueda los ojos.

—Si, claro. Sobre todo tu hija, lo mocosa no ha parado de hacer...

—Me importa muy poco si mi bebé le prende fuego a el granero, si te esconde tus armas, si corre con tijeras. Mi niña se merece todo —le pego la uña al pecho—. Y mi niño igual.

Bufa, pero me ignora y sigue caminando con aburrimiento entre los pasillos llenos de juguetes. Cuando considero que tengo los que más les gustarán, caminamos a la caja.

La cajera se une a las personas que me quieren matar cuando no dejo de poner juguetes tras juguetes en la banda corrediza. Pero para lo que me importa.

También se convierte en una de las mujeres a las que quiero matar cuando se empieza a tragar a mi marido con la mirada.

Chasqueo los dedos, lo que hace que me mire con el ceño fruncido.

—¿Puedes seguir cobrandome o tengo que hacer tu trabajo mientras te llevas a mi marido por un café?

Mira a Christopher.

—¿Viene con ella?

Ruedo los ojos.

—Es obvio —masculla.

Hace una mueca.

—¿Van a pagar juntos o por separado?, mi caja cierra en...

—Pues deja de hablar y sigue haciendo tu trabajo —me harto.

Lo único que quiero es llegar a dormir con mis hijos, si, nos hemos acabado todo el día por andar comprando, por qué no, no es la primer tienda que visitamos, ya llenamos dos de las camionetas que nos siguen con juguetes para nuestros hijos al igual que las cosas para la cena de navidad.

Es nuestra primera navidad como familia. Con nuestros hijos. La ocasión merece lo mejor de nosotros.

Quiero que mis bebés disfruten mucho está navidad.

Pasa una media hora, creo, en la que la chica parece más y más harta con el pasar de los segundos y minutos.

Pero termina.

Al fin, joder. 

Mi marido paga, pasando la tarjeta en la terminal, los pobres escoltas batallan para subir las cosas en las camionetas, mientras que Christopher me hala al auto, toca subir algunos juguetes a la cajuela de este auto.

—Exageraste, Rachel. No van a utilizar ni la mitad de esos juguetes.

—Ya dije que se lo merecen, Christopher —me cruzo de brazos—. Apresúrate, que Milenka siempre te espera en las escaleras, ya ví que se sale a las ocho y son casi las nueve.

One Shots ChrischelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora