Rachel.
Los bebés se duermen en mis brazos y dejo un beso en sus mejillas y frente después de acostarlos en sus respectivas cunas. Christopher y Patrick han volado a Milan para... Eso que no quiero mencionar.
Se llevó mi teléfono, el mismo por dónde me contacte con Antoni, y sus palabras quedaron claras en mi cabeza: Solo enfócate en nuestros hijos.
Le hago caso, porque de todas formas estar con ellos es lo unico que quiero. Soy buena en mi trabajo y soy una excelente pieza en este juego, pero no me voy a quejar.
El caso es que el va a regresar hasta la madrugada, así que me toca dormir sola mientras tanto. Quisiera llevarme a los mellizos a dormir conmigo, pero supongo que es mejor que se queden aquí, dónde está todo lo que necesitan.
Me aseguro de tener todo encendido, radios, sensores y cámaras, entonces salgo de la habitación, bajo hasta la cocina, dónde encuentro a Cayetana horneando lo que parece ser un pastel de chocolate, Stefan está dándole de comer a Pucky.
—Angel —saluda cuando me nota—. ¿Cómo estás?
Sonrió.
—Mejor de lo que he estado estos cuatro meses, eso es seguro, ¿Y ustedes? —tomo asiento en un taburete.
—Bien, igual —sirve dos vasos de leche, uno me lo entrega y bebo el líquido tibio que calienta mi cuerpo—. Estamos muy felices de que ambos estén bien y con los mellizos.
Suspiro.
—Si, yo también estoy feliz de estar aquí. No puedo creer que por un tiempo los olvide...
—No fue porque quisieras —me aprieta el hombro—. Lo importante es que lograste recordarlos y ahora estás con ellos.
Asiento, termino la leche y me muevo a dejar el vaso a el fregadero.
—Me voy a dormir, hoy hice muchas cosas y estoy agotada, pero mañana hablamos mejor.
Asiente y me despido también de Cayetana, subo a mi habitación, tomo una ducha que relaja mis músculos tensos y salgo ya aseada, me coloco cremas para cuidar mi piel y seco mi cabello antes de ir a el armario. Tomo unas bragas y una camiseta de mi marido.
Salgo a ver una última vez a mis bebés —su habitación está a solo dos de la nuestra y Stefan ni Cayetana vuelven a subir aquí— Pucky ya está con ellos, acostado en el tapete que hay en medio de las dos cunas. Beso sus manitas y regreso a mi habitación, dónde me dejó caer sobre la superficie cómoda y blanda, que me sume en un sueño profundo.
Christopher.
El niño se retuerce con el Hasse que comienza a viajar por sus venas, salgo de la celda blindada y tomo el vídeo que mando a el número de el Italiano. No hay respuesta, pero se que no hay que esperarla. El va a hacer ese antídoto si o si.
Abordamos el helicóptero que nos regresa a la casa donde estaremos por ahora.
—Puedes comunicarte con tu mujer, pero no traerla, ya vimos que paso hace meses y no quiero que se repita —le digo a Patrick antes de que entre a su habitación—. Y espero emplees lo que sabes para evitar que te rastreen.
Asiente.
—Gracias, hermano —se despide y accede a la habitación.
Subo las escaleras, paso a ver a mis hijos, están dormidos. El perro me enseña los dientes antes de reconocerme y volverse a echar en el tapete.
Acomodo a Milenka cuando casi se da con la madera de la cama hay que comprarle otra más grande, hay que evitar que se mate.
Owen es más tranquilo, ni siquiera parece que respira, pero lo hace.
Son más de las tres de la mañana, así que no me sorprende encontrar a Rachel pareciendo muerta en la cama. Siempre he sabido que le encanta dormir.
Las sábanas le cubren el cuerpo y ella se aferra a ellas como si tuviera mucho frío. Noto que se ducho, pues el cabello se ve más sedoso que hace rato...
Las ganas de follarmela no se van y nadie me va las va a quitar, ni siquiera ella.
Me contengo de despertarla yendo a la ducha, ya me había duchado hace unas horas, pero necesito sacar el sudor que gane en las horas fuera.
Cuando salgo y voy a acostarme, ella se pega a mí inconscientemente y siento sus piernas desnudas enredarse con las mías...
Solo trae las bragas.
—A la mierda —mascullo, dándole la vuelta y colocando me sobre ella.
Le saco mi camisa y admiró los senos enormes con las puntas rosadas que se van poniendo duras con los segundos. Bajo sus bragas, viendo que aún medio inconsciente, comienza a humedecerse.
Beso su cuello, dejando una marca en el área, bajo a las preciosidades que tiene en el pecho, suelta un gemido y comienza a reaccionar.
—¿C-Chris...? —me alzó para mirarla parpadear—, ¿Que haces?
—Voy a follarme a mi mujer —estampo mis labios contra los suyos, ella vuelve a soltar un gemido.
Pero es todo lo que le lleva corresponderme, mi boca tiene el mismo sabor de siempre, uno adictivo para mí.
Magreo sus tetas y todo lo que tengo a mi alcance, ella se queja y remueve en busca de más de mi toque. Bajo a sus tetas, es obvio que son mi adicción. Chupo, muerdo y marco, ella ruega que la folle de una vez por todas.
—Si te vas a follar a tu mujer, hazlo de una vez por todas, porque mi paciencia se acaba y voy a terminar cerrandote las piernas —sisea.
—No me vas a negar lo que me pertenece —le muerdo el labio—. Cierralas y te las voy a abrir a punta de azotes.
—Rico —pasa la lengua por mis labios—. Follame de una vez —exige.
La torturó hasta que los dos no aguantamos más y termino enterrandole mi polla de golpe. Gime, jadea, sisea...
Sus uñas se pasean por mi espalda mientras embisto con rabia y desesperación. Mi nombre escapa de sus labios, no hay más que nosotros después de meses.
—Te amo —aumenta mis embestidas. Maldita loca y maldito yo por caer en su puto hechizo.
La beso de nuevo, ella lleva sus manos a mi rostro y corresponde el beso, esta vez cargado de sentimientos que ambos sentimos. Realentizo mis embestidas y me inclino más a dejar besos en todo su rostro, finalizando en sus labios hinchados por mis besos.
Y ella regresa la acción, siento sus labios en todo el rostro, murmurando: Te amo; en cada beso.
Vuelvo a tomar mi ritmo principal, chocando mi pelvis contra ella, que vuelve a aferrarse a mis hombros, mirándome fijamente, los por ojos azules brillan repletos de emociones que se leer bien.
Siento que se tensa y es cuando me muevo más, su respiración agitada choca contra mis labios y la mía contra los de ella. Todo dentro de mi se contrae y ambos estallamos al mismo tiempo.
Me acuesto a su lado, ella de inmediato trepa sobre mi, besándome la mandíbula con la poca energía que le queda.
Me permito relajarme y dormir con su calor sobre mi cuerpo.
💙💙💙
Hiiiiiiiiiis
¿Cómo andamos?
Les dejo el de hoy, nos leemos mañana en Back to December.
Espero les haya gustado.
Las tqm mucho.
Bais. 💙
ESTÁS LEYENDO
One Shots Chrischel
FanficPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
