So It Goes | pt 5 | (primer versión - borrador)

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Rachel.

Dos largos meses, o cortos depende de la perspectiva...

Todo iba bien, excelente, perfecto, por qué, a ver, tener un novio como Christopher, concluir una carrera, volverme la mejor en la central... Todo era excelente...

Como un maldito sueño.

Si, un sueño hasta que llevas una semana sin recibir tu regla. Por mi mente pasan momentos en dónde no sé si fueron síntomas de un embarazo, si mi mente estaba muy paranoica, o si estaba enferma de algo, pero no...

Hace dos horas estoy en el piso del baño, con las manos en la cara, las lágrimas están frescas en mis mejillas y las pruebas en el cajón.

Tiemblo cuando escucho como digitan el código en la puerta principal.

—¿Rachel?

Escucho como se acerca cada vez más.

—¿Que haces ahí? —doy un respingo al escucharlo a mi lado—, párate.

No espera acción de mi parte, me levanta el mismo, examinando mi cara.

—¿Que tienes?, ¿Estás bien?

Joder, no, no estoy bien.

—Christopher, la hemos cagado —más lágrimas bajan—, y grande —sollozo.

—¿Por qué?, ¿Que paso? —su desesperación aumenta con mi miedo.

—Ve el cajón de allá.

Volteo la cara, viendo a la pared. El dudoso, hace lo que le dije y encuentra las 7 pruebas positivas. Ni siquiera un negativo para hacerme dudar de ello.

Me cubro la cara de nuevo, intentando no llorar más mientras el se queda de pie allá. Seguro ahora me aborrece.

—Llevo una semana sin tener mi regla, es quizá, un poco normal, ajá, pero... Es una maldita semana... Y compré las pruebas, esperaba un negativo, pero no, todas son positivas.

Me trago el sollozo.

—Rachel...

—Estoy embarazada, Christopher —sollozo—. ¿Que voy a hacer con un niño?, Ni siquiera soy mayor de edad y...

—Calmate —me regaña, viene a mi, elevandome el rostro—. Arréglate para ir a hacer unos estudios, esas mierdas no son...

—Dos no son efectivas, pero... ¿5?, Las digitales lo son, marcan +3 semanas. En serio lo siento, no creí que...

—¿Porque te disculpas?, Es algo de los dos.

—¿Que vamos a hacer? —sollozo, me pega a su cuerpo, dejándome llorar por lo que se siente una eternidad, pero no me aparta.

—Primero, hacerte los análisis, después... Hablamos bien de todo.

Suspiro, limpiandome la cara, el me lleva a la ducha y me desnuda, no pongo resistencia, no sé cómo se siente y no sé cómo me siento yo, pero me ducha, como si supiera que de momento soy yo una inútil. Me da un beso al culminar y eso de cierta manera me relaja un poco, él espera a que me vista y me cepille el cabello, cuando termino, me toma por la cintura para ir abajo y de ahí, subimos al auto, observó por la ventana mientras el habla con no sé quién, pero sé que en cuanto lleguemos, seré atendida sin cuestionar.

El hace lo acostumbrado, pone la mano en mi muslo, dando un apretón y conduce así, aunque esta vez no hablamos.

Llegamos a la clínica, dónde sin cuestionar nos hacen pasar a una sala, miro mis manos mientras tanto, tiemblan y tengo la necesidad de rascarlas, pero cuando voy a intentarlo, él sujeta mis muñecas, evitando que lo haga. Me sujeta, llevándome a su regazo. Sujeta mi rostro, apoyando la frente contra la mía.

—¿Que vamos a hacer? —se me quiebra la voz—. Si yo...

—Que no es culpa tuya, Rachel —roza su nariz con la mía—. Cuando tengamos esos estudios y te hagan un ultrasonido regresaremos a la casa, ahí hablamos, deja de llorar, que va a parecer que te estoy obligando.

Me da un beso en la frente, termino por acomodarme contra su cuello, hasta que minutos después, entra alguien y soy obligada a separarme. Nunca me ha gustado que me saquen sangre, lo odio con toda mi alma, pero no tengo derecho a excepción aquí, oculto el rostro en el pecho de Christopher cuando veo la aguja, siento el piquete y el ligero ardor cuando extraen la sangre que no veo, después me hacen pasar a otra sala, donde me obligan a recostarme en una camilla, me apartan la blusa y colocan un gel helado en mi piel. Un duppler se pasea por mi estómago desnudo mientras la doctora mira el monitor, asintiendo una vez.

—Su bebé tiene tres meses, sus medidas y su peso es lo ideal, debería de empezar a tomar sus medicamentos desde ya, no puede permitirse pasar otro día sin hacerlo, es perjudicial para el crecimiento del bebé —me da una toallita húmeda para limpiar mi vientre.

Lo hago, escuchando las indicaciones, también le hablo sobre que he estado recibiendo mi regla, aunque me asusta cuando responde que probablemente eran amenazas de aborto, escucho todo y al final, Christopher recibe la receta que le da la doctora y me sujeta por la cintura para salir. En el auto, nadie dice nada, el se detiene para comprar las cosas que dictan en la receta mientras yo espero, mis manos se posan en mi vientre, dónde ahora sé que hay alguien dentro...

No alcanzo a apartar las manos cuando regresa, ve la acción pero no dice nada, bajo las manos a mis muslos, él coloca la suya sobre la mía. Así hasta llegar al penthouse, donde sigue sin soltarme, no me deja huir a esconderme, me lleva a el salón, dónde se sienta, atrayendome a su regazo, no le quiero dar la cara.

—Aunque no quieras, tenemos que hablar, nena —me sujeta el rostro—, ¿Lo quieres tener?

No tengo idea.

—No sé... —me tiembla la mandibula—. Soy demasiado inmadura para ser madre... No sé...

Apoya la frente con la mía.

—¿Quieres esperar y pensarlo después? —asiento lentamente—. Una semana.

Asiento de nuevo.

—¿Y tú?, ¿Quieres que lo tengamos? —rozo mi nariz con la suya—, ¿Quieres ser padre a los 19 años?

Suelta una risa corta, no sé que le hace gracia.

—En algún punto te dije que cuando quisiera más me lo tendrías que dar, ¿No? —asiento—. Esto es más —pasa la mano por mi vientre—. A mí no me importa si es ahora o más adelante, Rachel, tienes claro que vas a estar conmigo hasta el día de mi muerte.

Le doy un beso, algo largo, él aprieta su agarre en mis caderas, mordiendo mi labio, provocando que me salga sangre.

—Entonces no tengo nada que pensar —jadeo por aire—. Sabes que siempre quise ser madre y serlo contigo es más de lo que pude haber pedido. Y, aunque se adelantó muchos años, solo espero ser la madre que necesite.

—Seras lo que necesite y más.

Me acomodo en su cuello.

—Si vamos a tenerlo... Quiero que vayamos a un psicólogo... Y no por que estemos locos, quiero tener la madurez suficiente, al igual que salud mental estable si voy a ser madre. ¿Estás de acuerdo? —acaricia mi espalda lentamente.

—Lo estoy —deja un beso en mi cabello—. A pesar de todo, si, no tenemos madurez suficiente para esto y tampoco es que seamos muy sanos mentalmente —murmura—, tenemos todo, menos eso.

Asiento.

—Además de tener que digerirlo bien... Por qué aún no me hago al cien por ciento la idea de que voy a tener un bebé en seis meses...

Suspira. Hablamos otro poco más, mientras me voy quedando dormida poco a poco, me lleva a la habitación, dejándome en la cama.

...

HOLAAAAAAAAAAAAAAAA

les dejo el penúltimo "cap"<33

espero les guste.

las tqm mucho<33

bais.<33

One Shots ChrischelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora