Rachel.
Desvío la llamada que entra a mi teléfono y avanzo hacia la oficina de Christopher.
Joder. ¿Por qué ahorita me carcome la conciencia?
No lo hizo por más de cuatro meses. Está última semana estoy muriéndome de pánico porque no dejo de recibir llamadas de Bratt, lo bloqueo y llama de otro número.
Pero no se lo he dicho a mi marido, claro.
Han sido perfectos estos meses... Y Bratt decide hacer acto de presencia.
Nuestro matrimonio si se hizo más que oficial y digamos que si nos hemos comportado como un matrimonio... De más.
Creía fielmente que apenas se supiera de nuestro matrimonio, iba a ser atacada por toda la central, ya que mi relación con Bratt no es un secreto, sin embargo... Tampoco fue un secreto hace años que Christopher y yo tuvimos algo más que una relación laboral.
Supongo que nos veíamos muy idiotizados hace años, porque en vez de mirarnos mal, parece que celebraron que estuviéramos juntos de nuevo.
—Teniente, ¿En qué la puedo ayudar?
Parpadeo.
—Necesito hablar con el coronel, ¿Está ocupado?
Sacude la cabeza, me anuncia y me permite el acceso... Por desgracia, no está solo. Por suerte, es Patrick.
—... Mañana...
Enarco una ceja, ambos me voltean a ver, Christopher me hace una seña de que me acerque, mientras que Patrick entrecierra los ojos.
—Hola... ¿Mañana que hay?
—Ven aquí —habla el que permanece sentado, Patrick opta por molestarlo y rodearme los hombros con un brazo.
—Hola, Rach —mira a mi marido—. ¿Le dices a tu flamante esposa que hay mañana o le digo yo?
—No seas metido —masculla—. Rachel, vámonos.
Frunzo el ceño, cruzándome de brazos.
—¿A dónde...?
Se pone de pie, recogiendo el teléfono.
—Christopher, ¿No le vas a decir que...?
—Eso lo decido yo, chismoso —se acerca, rodeando mi cintura con su brazo para pegarme a él, separándome de Patrick—. Largo, ella y yo ya nos vamos.
Yo no venía a esto.
—Oye, yo todavía tengo labores que...
—Yo me encargo de eso —habla Patrick—. Christopher, más te vale decirle.
Se va, dejándome mil interrogantes en la cabeza.
Salimos de la oficina, yo con algo de reticencia, pero no me queda de otra, así que avanzamos hacia el estacionamiento.
—¿De que habla Patrick?
Suelta un bufido.
—Llegando te digo.
Frunzo el ceño.
—¿Llegando a dónde?
No me responde, ni cuando llegamos al estacionamiento, me cruzo de brazos, adentrándome en el auto. Él hace lo mismo, pero me gira el rostro antes de encenderlo. Por desgracia, correspondo al beso que me da.
—Vamos a quedarnos hoy en Belgravia —me da un beso en la mandíbula, acomodándose en el asiento.
—¿Okey...? —frunzo el ceño—, ¿Por qué?
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
