Reescribiendo la historia | pt.2

3.8K 243 32
                                        

Christopher.

Tengo que encontrar a Rachel.

El único pensamiento que rondaba por mi cabeza era ese. No me importaba nada, solo encontrar a mi mujer.

Alex no dió respuestas, así que encontrarla por mi cuenta era lo que tocaba.

Y fue demasiado difícil.

Hasta que...

—Esto está prohibido, no puedo utilizar teléfonos ni medios de comunicación, pero... Al carajo... ¿Era tan difícil leer en mi mirada que te quería conmigo?, ¿Que quería que vinieras conmigo?, ¿O leer la nota en la placa?, Te quería conmigo... Pero no puedo culparte, quizá lo viste y decidiste que no querías estar con una cobarde como yo. Cómo sea. Si mando este mensaje de voz es porque me acabo de enterar de algo. Y quisiera decirte, pero no vale la pena... Lo sabrás dentro de aproximadamente tres meses... Espero poder contar contigo en eso, aunque me odies. No soy yo quien te necesita... Bueno, lo hago, pero no soy alguien en quien debas enfocarte. Si mando este mensaje, es porque si en este tiempo recibes una llamada de un hospital, quiero que atiendas. No, no estoy en posición de exigir, pero repetiré que no es por mi. Es por alguien que en verdad te va a necesitar.

El mensaje quedó ahí.

Buscarla después de ese mensaje se convirtió en casi un mes... Ahora estoy aquí.

Accedo al departamento, forzando la cerradura, que a decir verdad, es difícil de hacerlo, pero no sé me complica a mi.

Veo que está todo pulcramente arreglado. Hay un televisor en el centro de una sala... Muebles blancos y amaderados, todo de ese estilo.

Las paredes oscuras.

Pero ningún rastro de Rachel. Se que no me equivoqué de departamento, pues busque bien en documentos que encontré. Selene Kane, Rachel James...

El departamento es este.

Me muevo por el lugar, en busca de ella. Necesito saber que carajos le pasa, ¿Porque me llamarían del hospital?, ¿Que es tan importante para que una perfecta James violara las reglas de su entidad?

Hay dos habitaciones en el lugar, una donde no hay nada, otra dónde las luces están apagadas, pero en una entrada están bajas. Avanzo hasta el lugar, sientiendo una punzada en el pecho.

—... No me toques, Antoni... No lo hagas... Por favor —escapa de entre sus labios—, ¡Lo prometí!, Ya no he hecho nada... Aleja eso de mi... Por favor... —suplica y me muevo hacia ella para despertarla.

Grita con dolor, uno que escoce...

—Nena, despierta...

Pero ella no lo hace, sigue suplicando que no la inyecten, hasta que de un momento a otro, su cabeza se mueve hacia el otro lado, medio parpadea antes de volver a dormirse.

Beso su frente, sintiendo que arde bajo mis labios. Tiene fiebre.

Pero cuando me voy a mover a cambiar el agua que se ha entibiado, noto algo que hace que me tense.

El agua tiene un color lila, quizá por alguna bomba de jabón, pero cuando la muevo un poco, resalta algo. Un vientre demasiado prominente.

Está embarazada.

Quedó estático, sin poder reaccionar ante eso. Ese bebé es ese alguien que era quien me necesitaría dentro de casi tres meses.

No sé cómo reaccionar, no se si tengo si quiera alguna reacción...

Pero logró espabilarme al ver cómo su cuerpo comienza a resbalar y el agua sube hasta mentón. Mierda.

La sostengo y acomodo, antes de vaciar la tina, viendo cómo su cuerpo comienza a temblar, pese a estar inconsciente.

One Shots ChrischelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora