Reescribiendo la historia | pt.12

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Christopher.

Rachel sigue dormida, y se que no se va a levantar en un largo rato, pues apenas son las ocho de la mañana, además, el jet lag obvio les va a afectar a las dos.

Salgo de la habitación para ir por un vaso de agua, algo me hace ir a la habitación de Elizabeth. Está sentada en la cama, con la mirada fija en la ventana. Es como si estuviera perdida en sus pensamientos.

Frunzo el ceño, entrando a la habitación, ella ni siquiera se percata de ello, lo cual se me hace demasiado extraño, pues siempre ha sido capaz de sentir mi presencia; Y en seguida de voltea y se arroja a mi.

—Eli... —ni caso.

Voy a su lado y la muevo, lo cual hace que de un respingo y voltee a verme, paniqueada.

¿Que mierda?

—¿Que tienes? —viene a mi regazo, ocultando el rostro en mi cuello—, Elizabeth...

—Dijo que los matarían —la rodeo cuando siento su cuerpo temblar y las palabras que suelta me tensan—, dijo que primero me matarían a mi y después a ustedes...

—¿Quien te dijo eso? —inquiero. Es imposible que le hayan hablado cuando salimos. Nadie lo hace y en dado caso de que eso pasara, nosotros lo hubiéramos visto, nunca la perdimos de vista—. ¿Quien y en dónde te dijeron eso?

Tiembla.

—Dijo que no podía decir nada...

—Elizabeth, ¿Quien te dijo eso y en dónde fue?

Comienzo a sentir la humedad en mi cuello, lo que indica que está llorando. Maldita sea.

—Un señor... No sé quién era —la intento separar, pero ella aferra los brazos a mi cuello—, estábamos con mamá y tío Reece en el mar... Estaba jugando y un señor me dijo que harían a mamá sufrir y... —joder—, y después la matarían... Era alto y tenía muchos tatuajes...

—Mírame —le ordeno, pero niega.

—Yo no quiero que le hagan daño a ustedes... Y tampoco quiero dejarlos.

—Eso no va a pasar —deshago su agarre y sostengo su rostro entre mis manos. Los ojos azulados están repletos de lágrimas.

La misma mirada que le ví tantas veces a Rachel en el embarazo. Y antes del mismo.

—Respira —mascullo, porque lo que menos quiero es que tenga un ataque de asma—, nada de lo que te dijeron va a pasar, ¿Porque no le dijiste a nadie sobre lo que te dijeron?

—E-es que en cuanto el señor se acercó mamá y el tío Reece vinieron por mi y me alejaron, el hombre dijo que me había caído y solo me había ayudado... Y tenía miedo porque dijo que no podía decirle a nadie lo que me había dicho...

—¿Hace cuánto fue eso? —limpio sus mejillas. Detesto verla llorar.

—Dos días antes de que fueras a la casa... Antes de venir aquí.

Por parte de Antoni no fue. Las hubiera tomado sin consideración. No habría venido por mi.

La Bratva... Quizá.

—No debiste quedarte callada —suspiro, pega el rostro a mi pecho.

—Perdón...

Ni siquiera tiene que pedirlo. Es una niña demasiado sensible y tímida, está claro que sí la habían amenazado no iba a decir nada.

Sacudo la cabeza.

—No va a pasar nada de lo que te dijeron, ¿Bien?, Jamás voy a dejar que te toquen ni un cabello, ni a ti, ni a tu madre.

One Shots ChrischelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora