Rachel.
El aterrizaje es en la India y para entonces solo se que quiero convertirme en avestruz y enterrar la cabeza en la tierra por las miradas que recibo.
Por suerte no dura mucho, pues llega un helicóptero, a Christopher le entregan las llaves y el me obliga a subir.
Mi pecho aún late desenfrenado por su confesión, no la esperaba, por supuesto, pues en verdad creí que no iba a volver a decirme algún Te amo.
Lo miro como una idiota enamorada mientras el pilotea hasta una playa desierta. No quiero, pero me obligó a intentarlo. Un intento.
Si nuestra relación se va a la mierda, me hundo con ella, porque soy una persona dependiente y me conozco.
Y no quiero que se malinterprete que no quiero intentarlo por mi hija. Porque este intento también va por ella. Pero se que sin mí ella estaría mejor.
Principalmente porque yo exiliada no tengo los recursos para protegerla. Conmigo corre más riesgo que con su padre. Y no necesita de una cobarde como yo en su crecimiento.
Mi bebé merece lo mejor que el mundo le ofrezca, vivir pese a estar en un cuerpo tan intoxicado como el mío ya es logró, es una bebé demasiado fuerte y es por ello que merece que le pongan a el mundo a sus pies.
Respiro hondo y el aroma a sal acaricia mis sentidos, aterriza y tengo que volver a inhalar cuando bajamos.
Me guía a una camioneta aparcada en el helipuerto y subo, el conduce con la mano en mi muslo, pero sin inmutar palabra, lo que me estresa, porque no quiero estar en silencio y siento que si está así es porque no quiere hablarme.
Recargo la cabeza en el cristal y cierro los ojos y los aprieto aún más cuando siento cierta humedad empapando mi vestido.
Bajo la vista y si... La leche de esta desbordando.
Respira, Rachel...
Respira una mierda, no me gusta traer mi ropa húmeda, no es una sensación linda.
Suspiro, vuelvo a apoyar la cabeza en el cristal, intentando ignorar la incomodidad que siento. Se detiene frente a una casa con una fachada preciosa.
Abro la puerta y bajo cuando lo indica, camino con el, sintiendo las patadas de cierta señorita que se activa y no deja de moverse mientras me da un recorrido por la casa de seguridad.
Tengo hambre, pero no le quiero decir porque siento que está a el borde de mi y en cierta forma me hace sentir como que no debería hablar a menos que exija una respuesta.
Últimamente mi apetito es como un sube y baja, mayormente baja, pues no me da hambre y el miedo a vomitar tampoco ayuda, pero hoy si tengo hambre... Lo cual ocurre muy pocas veces.
Me mantengo con las manos sobre mi vientre mientras me indica el sistema de seguridad, en el proceso su teléfono suena y veo el nombre antes de que responda.
Gema.
No sé quién es, pero no me cae bien, no puedo pedir explicaciones sin parecer una novia tóxica... Respiro hondo y lo dejo solo en la habitación donde se controla el sistema de seguridad.
Lo que si se es que se me quita el hambre. Suspiro antes de irme a la habitación donde se supone dormiré, me acuesto en la cama, dejando que el cansancio me arrastre.
...
¿Porque mi sistema se empeña en intentar que vomité si sabe que en mi sistema ya no hay nada?
Porque estás en abstinencia y estás embarazada, lista.
Los ojos se me ponen llorosos cuando una arcada se apodera de mi garganta y escupo ácido, sacudo la cabeza.
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One Shots Chrischel
FanfictionPequeño apartado para subir one shots que se me ocurren de la nada o historias que ya no supe continuar. Espero les guste y lo disfruten. 🤍
