First and Only Love [Simón Miller]

Cap 12

Simón

Apago el auto, respirando profundo al ver a Rosalie sentada en el césped frente al gazebo. El gazebo de madera blanca rodeado de rosas rojas y blancas que han sido plantadas en el lugar.

La brisa hoy es fría, y me preocupa que tome un resfriado debido a la ropa poco adecuada para este clima.

Ella parece indiferente a eso, solo ve la ciudad mientras el sol comienza a ponerse, bañando de dorado todo el lugar.

Se ve hermosa, lleva un vestido blanco que la hace ver como de otro planeta. Se ve como una jodida diosa.

Rosie de por si es hermosa. Increíblemente hermosa, de hecho. Y verla como tantas veces en el pasado, sin una gota de maquillaje, con el cabello cayendo en su espalda y vestido... no puedo evitar no querer tomarla en mis brazos y besarla hasta hacerle entender todo.

Me quito mi chaqueta, caminando hacia ella y poniéndosela en los hombros antes de sentarme a su lado.

—Sabía que Christopher no se guardaría la información—rueda los ojos y sonrío—. ¿Vienes a hablar?

—Podemos solo quedarnos en silencio y ver el atardecer—murmuro, viendo su perfecto perfil—. No me quejo de la vista.

Se voltea a verme, y cuando me mira a los ojos se lleva mi corazón con ella.

Tiene ese poder. Puede tomar mi corazón y mi alma y hacer lo que quiera con ellas, y yo no me quejaría ni un solo segundo.

—Lo siento—murmura y frunzo el ceño—. Supongo que ahora crees que estoy acostumbrada a huir, ¿no?

—No—niego y ella resopla—. Rosalie, sé que no le huyes a las cosas. Y sé que te presioné demasiado ayer.

—No lo hiciste—niega—. Solo... no puedo, ¿sabes?. Es más complicado que solo lo que queremos.

—Por Peyton—asumo y ella suspira

—No es Peyton, es... todo lo que conlleva ser padre—se encoge de hombros—. No quiero que le prestes menos atención a tu hija y...

—Rosie—tomo su barbilla para que me vea a los ojos de nuevo—, que sea padre no significa que no pueda tener una vida normal. Por supuesto que mi hija es mi prioridad, pero también tengo derecho a tener una vida más allá de la paternidad, ¿sabes?. Siempre he odiado esa creencia de que la vida de los padres debe ser únicamente en torno a sus hijos, como si nosotros dejáramos de ser humanos.

Traga grueso.

»Soy capaz de llevar mi vida, Rosalie, y lo sabes—digo—. Puedo seguir con mi vida sin descuidar mis deberes de padre. Una cosa no quita la otra. Y si, probablemente de vez en cuando no tendré tiempo, oleré a leche y no podré sacarte a fiestas pero eso no será siempre.

Ríe.

—No necesito salir e ir de fiesta—rueda los ojos, pero estos están húmedos, y sé que quiere llorar—. Si, me gustan, y me gustaría ir a una de vez en cuando pero... no es parte esencial de mi vida—respira profundo—. Solo... no quiero que ella sea como yo, ¿sabes? Culpando a su padre por prestar más atención a sus amantes que a su hija.

Asiento, recordando lo duro que ha sido para ellos con Alex Morgan.

El ministro no es de mi mayor agrado, y como padre de Rosalie es... complicado, pero lo respeto. Sin embargo, sé que el dolor más profundo de Rosalie son sus padres.

—Yo no soy tu padre—acaricio su mejilla—. Mi hija no va a odiarte, Rosie. ¿Cómo podría odiarte? Si estoy seguro de que vas a quererla mucho.

—Por supuesto que si, es tu hija—rueda los ojos y lágrimas empiezan a bajar por sus mejillas—. ¿Como no voy a querer a una pequeñita que es parte de ti? Será tan maravillosa con su padre, estoy segura.