Cap 23

1.5K 203 1
                                    

—No, de hecho creo que Christopher necesita que lo presionen para que pueda abrir los ojos—Simón acaricia mi cabello y respiro profundo

Estamos en la parte trasera de su auto después de haber salido por un helado. Se suponía que caminaríamos, pero comenzó a llover así que no tuvimos otra opción que volver al auto y esperar aquí.

He pasado los últimos veinte minutos desahogándome sobre la situación con Christopher y la discusión que tuvimos en la mansión, también sobre algo de lo que dijo Regina y... Simón había estado callado pensando. Hasta ahora.

—Es mi hermano, Simón, tampoco quiero presionarlo de ese modo pero... no voy a dejar que él arruine su vida. Nosotros no nos conformamos, joder.

—Lo sé, preciosa—besa mi sien—. Sé que tu intención es buena, y a veces, con personas como Christopher, no hay que ir por el camino suave.

—Me gustaría que entendiera, y que dejara de buscar herirme para callarme—meto mi mano bajo su camiseta con la necesidad de tocar su piel, acomodándome en su hombro mientras él besa mi cabeza—. Sé que no tiene nada contra ti pero... no quiero que use tu nombre para herirme.

—Sabe que hay pocas cosas con las que puede herirte, Rosie—me rodea con sus brazos para permitirme acurrucarme mejor—. Solo hay una que puede tocar sabiendo que no va a herirte lo suficiente como para que te haga un daño grave. Yo.

—Antes me habría herido mucho—admito—. Pero ahora estamos bien, estamos juntos y no hay secretos, así que ya no puede hacerlo. Pero eso no quita que me enoje.

—Mmm, si—levanta mi barbilla y deja un casto beso en mis labios que me hace suspirar. Él sonríe—. ¿Sigues enojada?

—Ya no—busco sus labios de nuevo y él une nuestros labios, se abre paso en mi boca con su lengua y acaricia la mía con una dulzura y pasión que me derrite

Amo esto tanto como lo odio. Porque amo a Simón; dios, nunca he amado tanto a nadie como lo amo a él, nunca me he sentido tan amada, tan especial y con esas ganas de querer estar con él todo el tiempo, de tocarlo, de besarlo... todo.

Y lo odio porque me vuelve vulnerable, es mi talón de Aquiles y todo el que quiera joderme puede hacerlo fácilmente haciéndole algo a Simón.

Él lo sabe, teníamos un año de novios cuando en un momento de ebriedad lo confesé. Y sus palabras fueron "todos tenemos una debilidad, Rosie. Tú eres la mía, pero te amo demasiado como para dejarte ir y tengo la maldita certeza de que voy a matar a quien quiera hacerte daño".

—La vulnerabilidad es buena, preciosa—murmura, como si supiera exactamente lo que estoy pensando. «Me conoce»—. Los miedos solo te hacen más fuerte.

—Ya no soy la niña a la que necesitas calmarle la tormenta, mi amor—sonrío—. No mentiré y diré que no tengo miedo, porque lo tengo, pero eso no me va a impedir estar contigo. Que me jodan si dejo que eso pase de nuevo—lo beso de nuevo

—Siempre voy a calmar tu tormenta, Rosie—apoya su frente en la mía—. ¿Sientes eso?—sube mi mano hasta su pecho y siento su corazón acelerado bajo mi palma—. Cuando eso deje de latir, será el día que dejaré de calmar tu tormenta.

—No voy a cansarme de decir que parecemos dos adolescentes enamorados—río besando su mejilla

—Lo sé—tira de mi a su regazo y toma mi rostro entre sus manos—. ¿A caso importa? Es nuestra maldita forma de amarnos, preciosa.

—No, no importa—me inclino y beso sus labios—. Te amo.

***

Simón

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora