Cap 42

996 181 11
                                    

—¡Rosie!—la puerta de mi departamento se cierra de golpe avisándome de la llegada de Leska y Marissa.

—¡Baño!—aviso, caminando de un lado a otro mientras intento calmarme. «Voy a morir, mi corazón late tan rápido que siento que va a explotar»

Llegamos hace unas horas de Paris. Simón está ahora mismo en la oficina del juez recibiendo las noticias sobre la custodia de Peyton.

Me sentía demasiado mal. Aún así quería acompañarlo pero prácticamente me obligó amenizándome con amarrarme a la cama si no accedía a quedarme.

Supongo que fue lo mejor. Sospecha algo. Me vio nerviosa todo el maldito vuelo, incluso le preguntó a Dalton y él le aseguro que nada pasaba. Simón no le creyó.

—Bien, estamos aquí—ambas entran y Marissa me mira a la espera de la noticia—. ¿Y bien?

Niego.

—No lo sé, no he querido verlas—murmuro y su rostro se suaviza, se acerca a mi y me envuelve en sus brazos mientras Valeska le da la vuelta a las pruebas leyendo los resultados.

Hay tres pruebas. Dos del tipo de orina y una digital. Casi quise reír cuando Ivan dijo que tuvo que preguntarle a una chica en la farmacia cual era la mejor y ella lo mareó mostrándole cuál era cuál.

Pero lo hizo bien.

—Okey...—Valeska me mira y Marissa me aprieta contra ella mientras ambas esperamos la respuesta—. Las tres tienen el mismo resultado. Positivo.

Cierro los ojos, sintiendo que ambas me rodean con sus brazos de inmediato y las lágrimas empiezan a correr.

—No es el momento—la voz me sale rota—. Peyton no tiene ni cinco meses, yo estoy ocupada en la campaña, Antoni viene por mi y...

—Shhh, está bien—Marissa acaricia mi espalda—. Llora, Rosie. Llora todo lo que necesites. Lo resolveremos.

—Si, estamos aquí para ti—Leska me aprieta suavemente el brazo cuando la miro—. Te apoyaremos en lo que decidas.

—Tengo que decirle a Simón—niego—. Esto...—tomo una respiración temblorosa— es algo de dos. Agradezco su apoyo pero... tengo que hablar con el padre del bebé.

—Está bien, nosotras esperaremos a que llegue y nos iremos—Marissa aprieta suavemente mis manos—. ¿Quieres agua? ¿Algo de comer? Yo tengo que ir al trabajo pero Leska puede hacerlo.

—Si, necesito que tomes el mando de la misión—carraspeo y me aparto de ellas para caminar al vestidor—. Leska, ¿me traes agua? La necesito.

Pongo el código en la caja de seguridad y saco los documentos para entregarles los de la misión a Marissa.

Si hay alguien en quien confío para que esto salga como yo quiero, es ella. Cada cosa que ella hace en el campo es exactamente lo que yo haría. Y si no, entonces siempre termina siendo lo mejor.

—Por supuesto—escucho a Leska alejarse cuando tomo la carpeta y me doy la vuelta viendo a Marissa entrar.

—Esto podría ayudar con tu ascenso—se lo entrego—. Ve a trabajar, revísalo en la oficina. Me quedaré con Val.

—Bien—se acerca y me da un corto abrazo—. Tienes que cuidarte mejor ahora, intenta estar tranquila ¿si? Todo va a estar bien.

Asiento.

***

—Oye—contesto la llamada de Simón—. ¿Vienes a casa?

—Joder, preciosa, lo siento—lo escucho suspirar agotado y frunzo el ceño—. Salí de la oficina, me dieron la custodia pero tuve que traer a Peyton al hospital. Está enferma, tiene fiebre y me preocupaba el nivel que alcanzó.

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora