Simón
—Eso huele bien—unos brazos me rodean por detrás y sonrío cuando Rosalie recuesta su mejilla en mi espalda
—Sabía que te gustaría—apago el sartén con la carne y me doy la vuelta para notar que lleva puesta su ropa informal
Ropa informal que de alguna forma se ve malditamente provocativa en ella.
Lleva solo una camisa de vestir azul oscuro que resalta sus ojos, su cabello y su piel blanca. Es corta, hasta apenas debajo de su trasero y desde aquí puedo ver sus pezones marcándose en la tela.
Esta mujer se vería bien hasta con un maldito saco de papas.
—¿Te gusta?—da una vuelta sobre su lugar y respiro profundo ante su sonrisa adorable
¿He dicho que ella es una Morgan bastante extraña?. Ella y Reece son muy parecidos entre ellos, y al mismo tiempo también se parece al resto de los hombres de su familia.
Me encanta Rosalie porque es multifacética. Es hermosa y es inteligente como la mierda. Puede ser tierna, sexy, odiosa... lo que a ella le salga de los ovarios ser y nunca se vería mal.
—¿Es para mi?—enarco una ceja y ella se encoge de hombros—. Si lo es. Dime la verdad, preciosa...—tomo su rostro entre mis manos y ella debe alzar la cabeza para mirarme
No es baja, de hecho, pero me llega por debajo de la barbilla, así que es más alta que el promedio de mujeres y más bajita que yo.
No es que sea muy difícil ser más bajo que 1.96.
—¿Y si así fuera?—sus palmas se apoyan en mi pecho para darse estabilidad cuando se pone de puntillas y me besa—. ¿No te gusta? Porque recuerdo que te gustaba que pensara en ti, sobretodo al escoger la ropa.
Ella nunca sale de su estilo. Simplemente escoge lo que sabe que me volvería loco. Y eso sería básicamente cualquier cosa porque, repito, se ve bien con todo.
—Mhm—llevo mis manos a su cintura y la atraigo hacia mi antes de inclinarme y besar ese punto debajo de su oreja haciéndola jadear—. Me fascina, Rosie. Y si no quisiera que te alimentaras, te follaría sobre la encimera—la empujo un poco hacia atrás y choca contra ella
—Puedes alimentarme después—hace un énfasis en que lo haré yo. Sonrío
Es Rosalie, siendo tan cerrada como es y al mismo tiempo tan... frágil a su manera, siempre me ha gustado cuidar de ella. En cualquier forma.
Y ella es como una pequeña a la que le gusta recibir mimos.
—No, puedo alimentarte ahora—beso su frente y ella resopla—. No quiero que te desmayes o algo, Rosie. Debes comer.
—Oh, te das demasiado crédito—rueda los ojos y camina a uno de los gabinetes para sacar los platos—. Jamás me he desmayado durante el sexo, tengo más resistencia física que eso.
—¿Segura?—enarco una ceja y ella se mantiene de espaldas a mi
—Que ego tan grande—resopla—. ¿Los hombres tienen el ego tan grande como su pene?
—¿Dices que mi polla es grande, preciosa?—me burlo y ella me lanza una mirada de fastidio sobre su hombro
—Es aceptable—me guiña un ojo y frunzo el ceño—. El tamaño no lo es todo...
Calla cuando llego hasta ella y la hago inclinarse sobre la encimera, presionando mi polla dura contra su trasero.
—¿El tamaño no lo es todo?—me burlo, empujando contra ella y suelta un jadeo arqueándose, presionando su trasero contra mi—. ¿Te recuerdo la primera vez que te follé, Rosie?
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First and Only Love [Simón Miller]
Hayran KurguCasi seis años habían pasado desde la última vez que nos vimos. Desde que dejé atrás a mi primer amor. Pero ahora, de regreso en Londres, ambos nos reencontramos después de matrimonios fallidos y decepciones amorosas. Simón es insistente, y tan irre...