Cap 29

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—Ali Mahala fue visto en uno de los clubes de la pirámide—informa Gauna cuando entramos a la sala de juntas.

—Bien, hagamos un reconocimiento en la zona antes de armar una redada—propongo—. No podemos ir directamente allí sin saber lo que nos espera y menos si puede ser una trampa.

—¿Trampa?—Gema frunce el ceño—. ¿Los Halcones? ¿Por qué diablos nos tenderían una trampa cuando gustosamente se enfrentan a nosotros?

—Por mi—suspiro, tomando asiento junto a mi hermano—. Habíamos estado evitando que se enteraran de mi presencia aquí, pero desde hace un tiempo lo saben y van a usarlo a su favor para perjudicar a Christopher. O simplemente para joderme, nunca se sabe con Antoni.

—Los Morgan son la base de nuestra pirámide—habla Gauna—. No podemos darnos el lujo de exponerlos solo porque si.

La puerta se abre y Rachel entra con la cabeza gacha parándose junto a Patrick mientras la pone al día en voz baja.

—Tampoco puedes meternos en una caja de cristal—niego—. Manda a Lincorp y a Parker, ambos saben hacer lo suyo infiltrándose. Que Christopher firme la autorización...

—Voy yo—la puerta se abre y enarco una ceja al ver la furia llameante en sus ojos cuando los fija en Stefan—. Me llevo a...

—A Parker—lo corto y me lanza una mirada de muerte—. Tomo el mando de la misión, no necesito tu autorización porque no me he integrado oficialmente a Londres. Tú dime si traigo a mi equipo o vas a darme el tuyo.

Algo pasó. Algo pasó entre él y Rachel para que esté así, por lo que no hay forma de que lo deje llevarse a Stefan para herirlo o... algo peor.

—Como gustes—acepta entre dientes y mira a Parker—. Camina que no tenemos todo el día. Necesitamos agarrar a esos hijos de puta.

Parker rueda los ojos y sale de la oficina junto a él, dejando entrar a Marissa con un informe en sus manos.

Marissa no es miembro activo, es investigadora y encargada de inteligencia. Es mi mano derecha con la planeación de las misiones, sin embargo, es letal y puede ser mejor que cualquiera de los que me rodean en este momento.

—Bien, tengo información—deja los informes en la mesa—. Y una llamada para ti—me mira—. Antoni Mascherano ha ordenado a la pirámide encontrarte. Viva y sana. Tiene sus ojos en ti, Rosalie y no es bueno.

Jodidamente grandioso.

—Bien, es oficial—me dejo caer en una de las sillas—. ¿Por cuanto mi cabeza?

—Doscientos millones—informa y los presentes jadean y silban mirándose entre si mientras yo considero planes y opciones.

Quizás debería ir a reunirme con el italiano. Para al menos preguntar directamente qué quiere de mi y dar la cara. Porque no hay forma de que me esconda de ellos.

»Por otro lado, la Yakuza está en la ciudad—extiende los informes en mi dirección—. Es tu misión, Rosie. Su cabecilla te quiere para chantajear a Antoni, debemos joderlo antes de que actúe en tu contra.

—Los italianos y los japoneses, los Halcones también—enumera Laila—. ¿Qué podemos hacer que los abarque a todos?

—¿Ustedes? Nada—respiro profundo—. Christopher y yo nos encargaremos, esto es personal y así vamos a tratarlo—me levanto y tomo los informes—. Patrick, revisa que la seguridad de mi casa esté intacta. Y James...—miro a Rachel— te quiero con los ojos en Ali Mahala. Quiero saber cada movimiento que dé.

—Si, mi capitana.

—Ustedes enfóquense en la misión en curso—miro al resto—. Espero que sea exitosa y sin problemas. No necesitamos más trabas en el camino de esta campaña.

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora