Cap 32

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—Eres una visita que sin duda no esperaba—la voz de Antoni retumba en la celda en el momento en que las puertas de hierro se cierran detrás de mi.

—Debiste esperarla puesto que tus hombres me cazan—me recuesto contra la puerta, cruzándome de brazos para verlo sentado en el banco de madera frente al enorme piano.

La celda es casi una jodida habitación de lujo. Una cama tamaño king con sábanas de seda, un piano, una televisión frente a un sofá y fotos familiares pegadas a la pared.

»Se te da bien el diseño de interiores—me burlo—. ¿Así piensas decorar la celda en la que deseas encerrarme, Antoni?

—¿Debería encerrarte en una celda, Rosalie?—se levanta y se encamina hacia mi. No retrocedo, no le muestro debilidad.

—¿Qué es lo que quieres de mi?—cuestiono—. Nos hemos visto una sola vez y dudo que te hayas enamorado de alguna manera. Así que... ¿qué es exactamente lo que buscas?

—Oh, tu hermano tiene una deuda conmigo—levanta su mano y toma un mechón de mi cabello entre sus dedos, enrollándolo alrededor de su dedo—. Y tú, Bellissima, eres la reina en este juego. Debilitas a tu familia.

—Tú también a la tuya—lo miro a los ojos y él parpadea—. Tu familia cae mientras te pudres aquí dentro—sonrío—. No tienes idea de cuánto lo disfruto.

—No te preocupes, tengo facilidad para solucionar ese tipo de cosas—me tenso cuando se acerca y roza su nariz contra mi mejilla—. Hueles a flores. Debes saber dulce... adictiva—ríe—. Por eso te han cuidado tanto.

—Quizá—aparto mi rostro pero él rodea mi cuello con su mano y aprieta con fuerza privándome del oxígeno.

—Eres hermosa, muy muy hermosa—acaricia mi mejilla, sus ojos destilan peligro, mi corazón comienza a martillear con fuerza y me obligo a mantenerme en calma—. Tan hermosa y letal... una asesina como tu hermano. Y mataste a muchos Halcones, mis hombres—aprieta más fuerte y maldigo

Llevo mi mano a mi espalda y saco la aguja a la que le quito la tapa en un movimiento rápido antes de clavarla en su cuello, vaciando el tranquilizante en sus venas.

Me suelta poco a poco, tomo una respiración profunda y lo veo trastabillar hacia atrás mientras lleva su mano a su cuello.

—No es Hacoc, no te preocupes—me acerco a él y lo empujo para que quede sentado en el sofá antes de sentarme junto a él—. Me dará unos minutos de tu atención sin tener que escuchar tus divagaciones sobre mis acciones o las de mi hermano.

»No sé que planeas con exactitud, pero quieres usarme para joder a mi familia y a mi—exhalo—. Y escúchame, Antoni—lo tomo de la mandíbula para que me vea a los ojos—. Sigue pinchándome y explotaré en algún momento. Porque si vienes por mi, vendrás con todo cuando mate a tus hombres para ser merecedora de tu atención. ¿Quieres perder hombres? Tiéntame.

»Yo tengo paciencia, mucha, y por eso no me he metido en tu guerra con mi hermano. Eres tú quien insiste en meterme en ello, los Halcones me atacaron una semana antes de que yo fuera a esa misión—clavo mis uñas en su piel y el enojo que brilla en estos me divierte—. No te equivoques, Antoni. Para tenerme tendrás que hacer más que unas simples amenazas y un precio a mi cabeza.

Me levanto y golpeo la puerta con mi puño, siendo esta abierta pocos segundos después para toparme de frente con Christopher.

—¿Qué diablos haces aquí?—sisea y respiro profundo.

—Obtener respuestas—paso por su lado—. Y si me disculpas, debo ir a prepararme para la cena de esta noche con la familia.

—¿Te volviste loca?—cuestiona—. No puedes acercarte a Antoni solo porque si. ¡Tienen un precio a tu cabeza!

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora