First and Only Love [Simón Miller]

Cap 52

Simón.

—Oye. —Me acerco a Rosalie cuando entra a la habitación—. ¿Dónde estabas?

—Caminando, necesitaba pensar. —Me abraza en cuanto estoy frente a ella, escondiendo su rostro en mi pecho—. Hablé con Christopher, volará aquí en la mañana y llegará antes de la reunión.

—Eso suena bien pero, ¿qué tal si dejamos de pensar en eso esta noche?—Beso su cabeza—. Necesitas descansar.

—¿Sabes en qué he pensado?—Levanta el rostro para verme—. ¿Quién será tu padrino de bodas?

—No lo sé, no hablo con Bratt desde el exilio de Rachel. —Me encojo de hombros—. Creo que lo será Parker.

—¿Parker?—Levanta las cejas—. No sabía que eran cercanos.

—Lo fuimos durante mucho tiempo, simplemente este año ha sido caótico y él tiene sus propias ocupaciones. —Me encojo de hombros—. Pero somos amigos.

—Bueno, eso suena bien—apoya su barbilla en mi pecho y me inclino para dejar un suave beso en su frente—. ¿Dónde crees que deberíamos hacer la boda?

—Depende de lo que quieras, preciosa. —Me inclino, sujetándola de los muslos para cargarla y ella ríe rodeando mi cuello con sus brazos para sujetarse—. ¿Quieres una boda enorme?

—Quiero una boda digna de una reina. —Asiente y yo me siento en la cama, dejando un casto beso en sus labios—. Quiero un hermoso vestido, flores... todo.

—Entonces la tendrás. —Acaricio su espalda, sonriendo cuando sus ojos se suavizan—. ¿Qué te parece una boda en Milán? Fue el primer destino al que viajamos juntos como novios, ¿recuerdas? Nuestro primer mes de aniversario.

Rosalie sonríe, y sus ojos destellan bajo el recuerdo de la semana que estuvimos en Milán por celebrar nuestro primer aniversario.

Ella veía una revista con una imagen hermosa del Naviglio Grande y no pude evitar querer pasear junto a ella en ese lugar.

Lo hicimos, fue hermoso y tranquilo. Ella disfrutó del viaje al máximo pasando por tiendas, restaurantes y yendo de paseo cada día por horas. Ambos llegábamos al hotel exhaustos, nos metíamos en la cama, follábamos y se repetía la rutina.

—¿Qué tal si hacemos la ceremonia en la Catedral?—propone y sonrío—. Me lo imagino, podríamos usar el salón de uno de nuestros hoteles y hospedar a los invitados allí o hacer una boda al aire libre...

—Eso suena increíble.

Sus ojos prácticamente desprenden emoción mientras sigue hablando de lo que deberíamos hacer en la boda. Desde flores hasta las invitaciones y la idea de diseñar un vestido especialmente para Peyton, paletas de colores, la forma en la que podrían decorar la catedral...

Un montón de cosas que apenas puedo procesar con la rapidez con la que habla, pero de todas formas me llena saber que le emociona. Me llena saber que la haré mi esposa por fin, que pondré un anillo de matrimonio junto a ese anillo de compromiso y que tengo que pensar en la luna de miel.

Toda la idea me fascina, porque amo a esta mujer tanto que le haría todo eso para mañana si ella quisiera.

***

Rosalie.

—Mierda—me quejo, girando en la cama mientras mi cuerpo sigue temblando.

Siento el frío calar en mis huesos. Mi cabeza duele como la mierda y mi pecho se siente pesado. «Buen momento para una maldita gripe, joder»