Cap 56

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Anniba, Argelia.

—Todo listo, capitana. —Eli llega hasta mi y yo asiento, verificando que el cargador de mi arma esté lleno antes de guardármela en la cinturilla del pantalón,

»La petición fue tal como usted dijo; que vaya sola a dicha dirección—me entrega el sobre y lo abro, sacando la carta escrita a mano con una letra corrida hermosa.

No esperaba menos de un psicópata. Tan perfeccionista.

Querida Rosalie,

Espero que al recibir esta carta te encuentres bien y en buena salud.

Desde el momento en que te vi, pensé que eras la única que podría completar mi oscuro mundo. Anhelo con locura tu presencia a mi lado, para ser tu fiel servidor y amante. Deseo que pronto nos veamos; quiero ser tu rey, tu señor, tu único amor. Juntos podemos gobernar este mundo oscuro y hacerlo nuestro, como realeza en un reino de sombras.

Espero que entiendas que mis intenciones son puramente altruistas, aunque puedan parecer extrañas. Deseo con fervor que estés a salvo y feliz, por lo que me comprometo a cuidar de tu hermano, tu amigo y tu prometido en tu ausencia. No temas por ellos, pues estarán bajo mi protección.

Sin embargo, debo advertirte que si no accedes a venir a mí pronto, las consecuencias podrían ser desastrosas. Y no me gustaría recurrir a tan nefastas acciones.

No te resistas más, mia regina. Ven a mi lado y juntos dominaremos el mundo.

-Antoni M.

Por supuesto, debajo hay un papel con la dirección a la que debo ir. Y destaca que debo estar completamente sola.

—¿Este imbécil pretende venderme un cuento de hadas retorcido?—Frunzo el ceño—. ¿Qué mierda es esto? Es lo más patético que he visto en mi jodida vida.

La carta es... ridícula en todos los sentidos habidos y por haber. ¿Querer ser mi único amor? ¿Es jodidamente en serio? ¿Qué cosa tan... retorcida y extraña dice? ¿Acaso su cabeza terminó de joderse?

—Es un chiste, lo más ridículo que he leído. —Elif ríe cuando llega hasta mi—. Creo que él tiene una imagen un tanto distorsionada de ti y cree que ofrecerte poder va a convencerte de ser su arma.

Poder ya tengo y puedo tener lo que quiera por mi misma. Nunca he necesitado de un hombre para llegar a donde estoy y nunca voy a necesitar de uno para seguir avanzando.

***

Respiro profundo cuando la camioneta por fin se adentra al terreno de la dirección que Antoni me mandó.

—¿Me copias?—pregunto, agachando la cabeza para que no me vean mover los labios los francotiradores que sé que esperan en la azotea del edificio abandonado a unos cincuenta metros.

El terreno está lleno de tierra y más tierra, como una construcción abandonada. Un edificio en el centro del terreno es todo lo que se ve además de montañas de piedra y arena y las rejas a lo lejos que bordean el lugar.

—Te copio. Ajusta tu collar para que podamos tener una mejor vista de la cámara.

Me quito la chaqueta que llevo puesta y paso mis dedos por mi cabello mientras miro a todos lados manteniendo mi expresión neutral.

Dejo la chaqueta en el asiento del copiloto y finjo mirarme en el espejo, ajustando mi collar antes de salir del auto.

El corazón me late con fuerza, resonando en mis oídos con cada paso que doy por el enorme terreno.

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora