First and Only Love [Simón Miller]

Vechnaya lyubov' I

Un mes después...
Milán, Italia.

—No luces nerviosa. —Marissa llega hasta a mi y yo río, metiendo una papa frita a mi boca mientras la estilista me arregla el cabello.

—No lo estoy. De hecho, estoy bastante tranquila. —Me encojo de hombros—. Diría que más bien estoy... emocionada.

Emocionada es poco para lo que en verdad siento en este momento. La avalancha de felicidad que he tenido esta última semana nadie ha logrado quitármela de encima.

No es cualquier cosa, voy a casarme con el amor de mi vida en menos de tres horas. Caminaré al altar y ambos daremos el "acepto" frente a los invitados.

He estado esperando este día por años. Durante un tiempo lo vi lejos, muy lejos, después de haberme separado de Simón por la inseguridad hacia mi naturaleza.

Pero ese hombre no ha hecho más que demostrarme que me ama sin importar lo que yo sea. Militar o no, asesina o no.

—¿Vas a llorar?—Leska llega a mi otro lado y yo río, bajando la vista al anillo de compromiso en mi dedo que se ve más hermoso de lo que nunca se ha visto—. Dios mío, no vayas a llorar, guárdalas para la boda.

—No voy a llorar, pero siento que el corazón se me va a salir del pecho—me sincero—. No tienen idea de lo mucho que deseé esto. De las tantas veces que Simón y yo hablamos sobre casarnos y... se siente como si fuera un sueño que en cualquier momento desaparecerá frente a mis ojos.

—No lo hará. Esto es real. —Marissa me aprieta suavemente el brazo y tomo la copa de champaña que Leska me ofrece—. Así que, nosotras iremos a arreglarnos y vendremos aquí cuando estas señoras acaben de mimarte. —Señala la habitación llena de masajistas, maquilladoras, las asistentes del organizador y, por supuesto, la diseñadora del vestido.

Todas asistirán a la boda. La invitación se ha extendido a quienes trabajaron en todo este proceso, así que tengo un montón de gente en esta enorme suite del hotel más antiguo de la cadena Harts Summery maquillándose y preparando cosas para mimarme.

Río, dejando que la estilista ponga el último rollo en mi cabello antes de levantarme y caminar hacia la masajista.

—Disfruten, yo lo haré también—les digo a mis amigas y ellas me lanzan besos antes de retirarse.

***

Simón.

—¿Por qué pareces menos nervioso que cuando te casaste con Luisa?—cuestiona Patrick y todos en la habitación le lanzan una mala mirada.

—Cuida lo que dices en la boda de mi hija—lo amenaza Alex y el rubio hace la seña de sellar su boca con un cierre.

—No lo sé, pero no me interesa en lo absoluto recordar ese día—dejo claro, tomando un sorbo de mi whisky.

—Por favor, estás brillando de la emoción. —Papá palmea mi hombro y yo sonrío—. Eso es, mira esa enorme sonrisa de hombre perdido.

—Lo ha estado por años, no es nueva—se burla Parker—. En fin, Rosalie escogió personalmente un accesorio para ti y... quiere que Christopher te lo entregue.

Christopher gruñe, tomando la caja de cuero que Parker le extiende antes de levantarse y caminar hacia mi.

—Ya me habló sobre esto—dice cuando me levanto para que ambos estemos de pie y abre la caja para mostrarme el reloj de oro con una "M" grabada en el fondo azul oscuro—. Esta es su... forma de hacerme entender que eres el hombre con quien ella va a casarse hoy.