First and Only Love [Simón Miller]

Cap 15

—¡Siguiente!—me grita Gauna demasiado cerca del oído, y aprieto los dientes para no devolverle el grito, pero obedezco cambiando de objetivo mientras me sigo moviendo por el campo de entrenamiento de tiro

Estamos en una exhibición para los soldados. Soy la mejor en tiro y combate que ha visto nuestra generación y la anterior, así que hago mi demostración con Gauna y Alex.

»Deja de gritarme en el oído o serás el próximo objetivo, joder—siseo cuando Gauna abre la boca para dar otra orden

Alex ríe, me cubre y derribo al objetivo del otro lado del campo con un disparo en el corazón y otro en la cabeza.

Entonces la exhibición acaba y los aplausos estallan.

Bajo mi arma, rectificando que el cargador esté vacío antes de entregársela al soldado que se acerca para retirarlas mientras la enorme pantalla del campo bajo techo se ilumina con un puntaje de cien. «Perfecto»

—¡La Capitana Morgan, señoras y señores!—grita Patrick y río haciendo una pequeña reverencia antes de volver a mi asiento junto al resto de capitanes—. Esa es mi chica—me revuelve el cabello y resoplo golpeando su brazo—. Siempre tan cariñosa.

—Fastidioso—siseo y Bratt niega con reproche mientras nos mira—. ¿Tú qué?

—Siempre tan mal portados—suspira

—Siempre tan moralista—ruedo los ojos ignorando la charla de Alex sobre la importancia de ser los mejores en lo que hacemos—. Oye, Patrick, quiero comprar algo más tarde y necesito tu ayuda.

—Uuuh, ¿para quien es?—se mete entre Bratt y yo—. ¿Para Simón?

—No—ruedo los ojos cuando la atención de todos los capitanes se fija en mi—. Me gusta más Rusia porque la gente es menos metiche.

Todos vuelven su atención a Alex.

»Simón quiere que conozca a Peyton oficialmente—le murmuro a Patrick—. Quiero darle algo pero... no tengo ni la menor idea.

—Lo supimos cuando le regalaste un fideicomiso a Abby—se burla y lo miro ofendida

—Un fideicomiso es un buen regalo—golpeo su brazo—. Créeme, va a agradecérmelo cuando sea grande y quiera su propio dinero.

—Lo sé. ¿Por qué no le regalas un osito de peluche? Nunca falla.

—Supongo.

***

—Hola—sonrío cuando Simón me abre la puerta de la casa—. Traje algo para Peyton, pero no soy muy buena con los regalos—le entrego la bolsa de regalo y él enarca una ceja antes de reír

—Pareces demasiado nerviosa para conocer a una bebé—rodea mi cintura con su brazo y me atrae a su pecho—. Hola.

Deja un casto beso en mis labios que me hace sonreír mientras siento mi piel calentarse. «Volvemos a los viejos tiempos»

—No es solo una bebé, es tu hija—lo beso de nuevo—. Esto es un gran acontecimiento, ¿sabes? Es... tu bebé.

—Si, es mi bebé—besa mi frente—. Vamos adentro, no queremos que te resfríes ahora que comienza el frío.

Asiento, cerrando la puerta detrás de mi antes de dejarlo guiarme a la sala, donde se encuentran sus hermanos.

—Oh, es muy bonita—dice su hermano y río—. Es muy bonita, Simón.

—Lo es, ¿verdad?—asiente y muerdo mi labio antes de estrechar la mano de su hermana—. Ya conoces a mi hermana.

—Así es, hola—asiento y sacudo la mano en dirección a su hermano, quien imita mi gesto—. Hola, soy Rosalie.