Cap 41

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—Oh, joder—clavo mis uñas en la espalda de Simón cuando el orgasmo me arrastra con fuerza, haciéndome estremecer y arquearme presionándome contra su pecho.

—Mierda, Rosie—Simón se empuja con fuerza dentro de mi, aún llenándome de él hasta el fondo mientras se corre.

Respiro profundo lo mejor que puedo, aún agitada por la jornada de sexo que hemos estado teniendo desde que llegamos al hotel anoche.

Joder, creo que podría saltar de la emoción. ¡Estoy comprometida con Simón!

Maldición, durante un tiempo recordaba con tristeza nuestros planes. Estar aquí con él, sabiendo que lo tengo de nuevo conmigo...

—Oye, ¿qué está mal?—Simón se alarma cuando los ojos se me llenan de lágrimas y yo niego—. Rosie, dime que pasa.

Se deja caer a mi lado, apoyándose en su costado sobre el colchón antes de extender su brazo y acariciar mi mejilla limpiando las lágrimas que se me escapan.

—Te amo tanto—tomo su rostro entre mis manos y lo beso—. Solo recordaba lo triste que me ponía pensar en nuestros planes mientras estuvimos separados. Estar aquí, con un anillo en mi dedo, se siente... irreal.

Sus ojos se suavizan, el amor que los llena es algo a lo que nunca voy a acostumbrarme. «Este es mi hombre, y nunca voy a cansarme de amarlo o de ver cuánto me ama»

—Es real—besa mi frente mientras sus dedos acarician mi hombro—. ¿Sientes mis dedos?—pregunta y asiento, sintiendo que sus caricias bajan entre el valle de mis pechos.

Desciende por mi abdomen, mi vientre y...

Cierro los ojos, tomando una profunda respiración y mi cuerpo se estremece en el momento en que Simón pasa sus dedos entre mis pliegues, extendiendo su semen por mi piel.

Acaricia mi clítoris con su liberación hasta que me tiene en un nuevo orgasmo que me hace morderme el labio para no gritar ante lo bien que se siente debido a mi sensibilidad.

»¿Sentiste eso, preciosa?—besa mi mejilla—. ¿Sientes mi semen en ti?—asiento cuando deja un beso bajo el lóbulo de mi oreja—. Es real, mi amor. Y nos espera un maravilloso futuro. Te lo prometo.

—Lo sé—acaricio su mejilla—. ¿Vas a decirme como es que lograste todo esto?

—Oh, tengo mis trucos—ríe, tomando mi mano y llevándola a sus labios para besar el anillo que adorna mi dedo—. Reece me dió su bendición, Alex también y Christopher... fue difícil.

—No me extraña—río—. Me sorprende que dijera que si.

—Leska estaba ahí—sonríe con diversión—. Creo que ella estaba a punto de llorar. Y Christopher fue una total niñita; pude ver en sus ojos como le conmocionaba que su hermanita fuera a casarse.

Hago un puchero que no puedo evitar. «Oh, me habría encantado ver eso. Pero amo, juro que amo infinitamente que Simón se haya tomado el tiempo para lidiar con los hombres de la familia y asegurarse de pedir mi mano»

Le hubiera dicho que si de todas formas. Pero es un gesto especial para mi y, aunque no me sorprende que lo haya hecho, eso hace que me sienta aún mejor sobre con quien voy a casarme.

Simón me asegura cada día que él es el correcto.

—Christopher sabe que esto es lo que quiero—beso sus labios—. Habría dicho que si incluso si te hubiera negado su bendición. ¿Lo sabes?

—Lo sé—asiente, acostándose y atrayéndome a su pecho para que recueste mi cabeza en este—. Volvemos en unas horas, ¿no quieres salir y ver un poco de Paris?

First and Only Love [Simón Miller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora