—Bien, correremos ahí—le digo a Simón, desenfundando mi arma mientras miro a todos lados en busca de algún atacante.
Una explosión resuena a lo lejos y yo me encojo en mi misma mientras Simón presiona a Peyton contra su pecho.
Respiro profundo, obligando a mi cabeza a comenzar a idear un plan para salir de aquí y llegar a la central, donde estaremos seguros hasta que tengamos alguna idea de como reaccionar a este ataque directo.
»Escúchame—miro a Simón—, necesito que vayas delante de mi. Yo voy a cubrir tu espalda y, pase lo que pase, saca a Peyton de aquí.
Simón se tensa, las ganas de contradecirme se reflejan en sus ojos pero da un asentimiento que solo me dice que lo hará de ser necesario, pero no es opción para él dejarme atrás.
Y yo tampoco voy a dejarlo.
Me asomo por el camión de helados y veo atacantes entrando al parque sin disparar a nadie, moviéndose a todos lados en busca de un claro objetivo: yo.
No hay tiempo para hablar, para pensar. Estamos entrenados para reaccionar de inmediato ante este tipo de situaciones
—Ahora. —Simón y yo comenzamos a correr en dirección a los arbustos, captando de inmediato la atención de los Halcones.
Levanto mi arma de inmediato y comienzo a disparar, sabiendo que Antoni no me querrá muerta ni herida, dando disparos certeros al primer anillo de hombres que intentan acercarse a nosotros.
Un brillo por el rabillo del ojo me llama la atención y maldito cuando veo la bomba de gas que me obliga a aguantar la respiración, lanzando cada vez más disparos mientras el desespero por que no nos alcancen golpea mi cuerpo.
Ambos nos metemos detrás de los arbustos y me tomo un segundo para respirar profundo antes de acercarme a las rejas llenas de enredaderas, rebuscando entre ellas para buscar alguna manija para abrirla.
Una vez mis dedos la rozan, tiro de ella con fuerza, desprendiendo ramas y hojas que caen al piso antes de abrir fuego nuevamente en dirección a los Halcones Negros.
Simón de inmediato se levanta y pasa por mi lado, tirando de la tela de mi blusa como si quisiera recordarme que no hay forma de que me deje aquí, así que retrocedo obligándome a tragarme las ganas de enfrentarme a todos ellos que tengo.
—Mierda—dice Simón y miro sobre mi hombro para ver otro grupo de Halcones dirigiéndose a nosotros.
Lo empujo en dirección a la camioneta y ambos apresuramos el paso, sintiendo las balas que nos pasan por ambos lados con la intención de asustarnos o pararnos.
—Entra—abro la puerta de la camioneta y él obedece, mirándome a la espera de que lo siga dentro—. ¿Confías en mi?
—Rosalie...—intenta decir algo y se corta cuando le lanzo una mirada dura que lo hace respirar profundo y asentir—. Confío en ti.
—Entonces quédate aquí—cierro la puerta y cambio el cartucho de mi arma, adentrándome rápidamente de nuevo al parque.
Una bala me roza el hombro, haciéndome sisear cuando un rayo de dolor me atraviesa el cuerpo solo encendiendo mi sangre de rabia.
Estoy aquí para estar jodidamente tranquila y no voy a permitir que ninguno de los imbéciles lamebotas de Antoni me ponga sus manos encima.
Le doy un puñetazo al primero que encuentro cerca de mi, tomando su rifle para tirar de él hacia mi, golpeando su garganta con la culata de mi arma, escuchando el gorgojeo que brota de sus labios mientras retrocede sujetándose la garganta.
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First and Only Love [Simón Miller]
FanfictionCasi seis años habían pasado desde la última vez que nos vimos. Desde que dejé atrás a mi primer amor. Pero ahora, de regreso en Londres, ambos nos reencontramos después de matrimonios fallidos y decepciones amorosas. Simón es insistente, y tan irre...