"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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El cañón sonó, todos salieron con rapidez, agarre mejor la rienda, "poco a poco Nublar" camino, luego troto y comenzó a correr, el viento gritaba en mis oídos, los árboles pasaban muy rápido, no podía ver las dianas, solo las copas de los árboles.
Vi el primer símbolo en el cielo, un halcón rojo, seguido por un pavo real turquesa, frente a nosotros vi el grupo, otros 6 símbolos brillaron, prepare el arco y deje ir la flecha, le di en la diana, mi símbolo brillo en el cielo de color rosa coral, el sol del amanecer; continuamos. Una flecha pasó a mi lado, era la de ese fae, "una flecha menos" Nublar corrió más rápido. "Debemos encontrar las flechas"
Dos horas tenía para sumar más de 1800. Seguí dándole a las dianas bien escondidas, hasta que me separé del camino, entrando al bosque. Recorrimos el lago este, hasta que encontré tres flechas de bronce, las aguarde, dispare cada flecha en tres distintos lugares, mi símbolo no terminaba de abandonar el cielo cuando el otro aparecía. Igual que el de ellos.
Tenía a tres detrás de mí. Nublar corría sin parar, nos metimos al bosque, saltó un río y continuo, pero ellos no nos dejaron de perseguir, tome mi arco y una flecha, me gire y la deje ir, esta rebotó contra uno, maldita sea Helion, levante la mano sentí la magia solar alrededor de mí, mi poder se extendió entre el brillo dorado y solo con un movimiento los árboles detrás de mí cayeron obstaculizando el paso.
Baje de Nublar más tarde, entrando en una cueva, me arrastre hasta encontrar una flecha de plata, salí para encontrarlos.
—¿En serio? —si los mando
—¿Qué podemos hacer más que divertirnos? —contestó uno, el otro le siguió.
—Lo que hiciste está contra las reglas
—¿Creen que tengo el poder para romper la magia del alto lord?
—No, pero si para abrir las piernas a Seran —dijo uno, negué, me rodearon
—Entrega las flechas, rompe el huevo y nadie saldrá herido —no retrocedí, deje el carcaj en el suelo, cuando el primero se acercó, mi puño le dio en la nariz, la sangre salió al instante, así que si podía golpearlos, los otros dos terminaron en el suelo, busqué los cristales y los quebré uno por uno. Más tarde me las pagarán. Tome las flechas que encontraron.
7 de bronce. 3 de plata. 14 de mis plumas. 2300 puntos. Continúe disparando las flechas que me quedaban, mi brazo comenzó a cansarse, igual que mi caballo.
Seguí buscando las flechas de plata y bronce, encontré solo cinco bronces y dos plateadas, necesitaba la de oro. Ya había acabado con mis flechas, perdí una cuando me siguieron. 3100 puntos. Volví a bajar de Nublar, camine un rato hasta cansarme, ¿Dónde podrían haberla dejado? Era muy fácil que estuviera a simple vista, ¿Qué tal si la escondió?
