"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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◆◆ 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 ◆◆
La fiesta de nuevo era un caos, bebida, música y comida. Era un mar de emociones felices. Camine con cuidado. Los danzantes no esperaron, quería ir hacia aquel lugar, cuando alguien tocó mi brazo.
El macho frente a mí vestía un traje de un amarillo mostaza, su piel oliva resaltaba, en su cuello llevaba un collar que simulaban las llamas solares. Sus ojos negros parecían brillar solo por la luz que nos rodeaba. Llevaba el cabello corto y bien peinado. Algo en su rostro se me hizo familiar.
—Disculpa si te he asustado, quería decirte, estoy muy fascinado con tu participación, ninguna hembra llega tan lejos —su voz era mucho más profunda.
—Muchas gracias—apartó su mano de mi piel, acercándose un poco más
—Dime, ¿Qué hace alguien tan lejos de su hogar?
—Soy una invitada por la corte
—¿Así que él te trajo? —sus ojos parecían estudiarme poco a poco, vi levemente detrás de él, había alguien cuidándole la espalda.
—¿Usted conoce a su señoría?
Parecía que mis palabras le daban risa, asintió.
—Desde que nació, casi como la palma de mi mano
—Vaya, nunca lo había visto
—Ya somos dos, pero yo no pertenezco a este sitio, estoy al norte, mi querido sobrino no te ha hablado de mí
¿Sobrino? ¿Era su tío? Negué, mientras él me daba una copa, la tome.
—¿Tú y su señoría son cercanos?
—No, yo solo trabajo para él
—Hembra, todos trabajan aquí para él —bebió de su copa, señalándome —me sorprende que aún no hayas pasado la noche con él
¿De qué estaba hablando?
—No, yo no soy una de sus amantes
—Aún —sus ojos estaban atentos a algo detrás de mí. —todo lo que toca se enamora de él, continúa ese camino, nos ahorraras tener que escuchar más llantos de desamor.
Una sonrisa creció en su rostro, a punto de contestarle. Sentí el calor de alguien a mi lado. Y ahí estaba Helion, sin emoción alguna, encontré los ojos de su tío, con aquellas palabras grabadas. Retrocedí inclinándome hacia Helion, él hizo un movimiento con la mano, retrocedí, viendo la sonrisa de ese macho.
Vacíe el líquido de la copa en un jarrón, alejándome. Probé unos bocadillos. Vi a Seran, alce la mano y él se acercó. Parecía algo nervioso.
