ℂ 𝕒 𝕡 í 𝕥 𝕦 𝕝 𝕠 𝟜𝟞

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— 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 —


Nos quedamos medio mes en aquella mansión. Hubo una semana en la que cada día que pasaba le echaba en cara cosas a Tamlin. Desde la forma en que tomaba todo, como se defendía, o que las ideas no le procesaban bien. 

 También Jurian me apartaba y me enseñaba a usar la espada, era horrible tener que moverme. A veces incluso Jurian se volvía pesado con ambos y se marchaba, cuando nos quedamos solos, lo veía y remarcaba cada cosa horrible que veía en él. 

Hubo una vez que incluso sacaron el tema de bajo la montaña, ese día, ambos mencionaron a personas que no conocían, ellos tomaban sus pausas para meditar, recordar cada escena lo que llegaron a sentir. 

 Después de eso, parecía que la brecha entre ellos se cerró. A la mañana siguiente, llovió durante todo el día, todo el lugar se llenó de agua, y tuvimos que ver como el fuego se apagaba por el viento frío. 

Creo que era una de las pocas veces que llovía en primavera. Otra ocasión que vi la lluvia y tenía un sentimiento de soledad. Mientras Jurian asaba el pollo, Tamlin le preguntó sobre sus padres, Jurian le dijo que no los recordaba, me pregunto a mí, y tal vez por aquella emoción, hable de cuanto odiaba a ese hombre, el cuánto extrañaba a mi madre y su amor, tal vez le pregunté por ser "cortés", pero se tomó el tiempo. 

Contó todo, de la forma en que su padre los trataba, la idea de volverse como él le aterraba, la forma en que su madre protegía a sus hermanos y a él, la crueldad y violencia que veía en sus hermanos y su padre lo ponían indefenso, Jurian recordó haberlo visto una vez y remató con "la primera vez que te vi, casi podía jurar que era él" y Tamlin le contesto "me volví como él" Con eso la conversación terminó. 

 Al siguiente día, apareció un "arcoíris" y había más charcos, no me importó que Jurian me molestara con que parecía una niña, disfruté jugar con aquello. En la tarde después de que practicara, Lucien llegó. 

Parecía nervioso, había algo en su magia que llamaba mi atención. Subió con cuidado, lo saludé intentándolo relajar. Colgamos algunas telas para cubrir un poco el lugar. Tamlin estaba en el jardín, usando la pala, había hecho hoyos por todo el lugar y ahí colocaba cada flor muerta. 

Me pidió que los dejara solos. Fui a buscar a Jurian en la cocina, mientras pelaba unas papas escuche la voz de Lucien.

—¡Eras como un hermano! ¡Te quise como uno! ¡Este era el único lugar después de eso, al que conocía como hogar! —cuando escuchamos un golpe, ambos salimos para ver. No era lo que imagine. 

La Diosa De La Oscuridad ✴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora