ℂ 𝕒 𝕡 í 𝕥 𝕦 𝕝 𝕠 𝟡𝟟

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Caminábamos en silencio, vi mariposas de fuego pasar a nuestro alrededor, camaleones del tamaño de un gato cambiar de colores de un momento a otro.

El aroma ahora era dulzón, como si fuera un pay de manzana. Vi siluetas blanquecinas entre las ramas y cientos de ojitos brillantes flotando.

Paramos ante una bifurcación, observe ambos caminos.

—Sigue el de la izquierda —Lucien avanzó al de la derecha.

—Esa no es

—Aquí todo es diferente —comenzó a decir Lu —nada es lo que parece, y tus mayores deseos salen a la luz

—Han regresado —dijo una voz en el aire, ellos parecían pasar de ella. Seguí el paso.

Comenzaba a sentirme cansada, como si ya hubiera caminado durante mucho tiempo. A nuestra derecha salió el sol seguido de la luna, al cruzar un pequeño riachuelo el clima cambió, bestias extrañas comenzaron a caminar, flotando en el aire o arrastrándose sobre el agua.

—No les prestes atención

—Son extraños

—Aún falta más

Tomamos un descanso sobre ese camino.

—¿Cómo lograron irse?

Ambos se vieron por un momento, luego alrededor.

—El padre de Feyra hizo un trato con Kroschei...haría cualquier cosa por sus hijas

Se escuchó un aullido que sonó más a risa.

—Dio el tiempo que le quedaba a cambio de irnos todos —terminó Jurian. A mi se me helo la sangre.

—¿Cuánto falta?

—Poco —entonces era mucho. Volví la vista al camino detrás nuestro. Lo único que veía era el paso y los fuegos, lo demás estaba tan oscuro que ni lo distinguía.

Lucien se levantó limpiándose las manos en sus pantalones.

—Continuemos —ayude a Jurian a ponerse de pie. Sentía mis pies como si fueran piedras pesadas.

Escuché grillos cantar y luego unos peces pasaron nadando y flotando en el aire frente a nosotros.

—Ya casi —apreté los puños.

El camino terminó al ver dos arcos de un árbol. Jurian entró primero, luego yo y al final Lu, el aroma cambió una vez atravesamos el arco.

El lago era enorme, casi lucía infinito, estaba rodeado de unos inmensos árboles de fresno.

Bajamos la pequeña pendiente, Jurian señaló al agua. Aquel espejo mostraba un cielo nocturno, no el sol de aquí, algo volaba ahí dentro, criaturas que nunca habría podido imaginar.

La Diosa De La Oscuridad ✴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora